En los niveles de Gobierno deben ser analizadas todas al alternativas que se dan en función del uso de los recursos naturales, especialmente los no renovables, como hidrocarburos y los mineros, ambos bajo ciertas condiciones de presión que ejercen los "movimientos originarios" poniendo en riesgo varias inversiones que lograron impulsar importantes proyectos mineros como el de San Cristóbal y otros que podrían ser muy rendidores, pero que pueden quedar postergados indefinidamente, caso de Mallku Khota y un emprendimiento muy importante en la zona de Challapata en la jurisdicción orureña.
A propósito el pasado mes de agosto en la Federación de Empresarios Privados de Oruro se lanzó la voz de alerta, ante la posible pérdida de por lo menos 100 millones de dólares por año si se obstaculiza el emprendimiento minero que comenzó en la zona de Achachucani, Challapata donde comenzó la fase exploratoria de un importante yacimiento mineralógico que permitiría un ingreso departamental por regalías, que no puede ponerse en riesgo por la acción de algunas organizaciones ambientalistas y de los "regantes" que mencionan factores de contaminación.
Se informó que la empresa Castillian Resources Bolivia anticipó un gasto de cinco a diez millones de dólares sólo para cumplir la fase de exploración y asegurando una inversión mayor a los 200 millones de dólares en la fase de la explotación del yacimiento, que utilizará tecnología de punta, moderna maquinaria y seguridad ambiental pues se producirá en el sistema "open pit" lo que significa trabajo a "cielo abierto".
Otros datos sobre el proyecto mencionan la necesidad de contar con "claras reglas de juego", lo que significa seguridad jurídica para garantizar inversiones y desarrollar un proyecto minero de alta rentabilidad que generará centenares de empleo directos e indirectos, además de beneficios colaterales para las comunidades aledañas a la zona de operaciones.
El otro aspecto importante es que los empresarios y técnicos de la empresa que desarrollará el proyecto garantizan absoluta seguridad en lo que corresponde al cuidado del medio ambiente, de manera que conociendo la zona de Challapata por sus condiciones agro-ganaderas, se tomarán los recaudos necesarios para lograr una armónica convivencia entre minería y las tradicionales actividades de los pobladores de la región.
El departamento de Oruro necesita asegurar ingresos para impulsar su desarrollo sostenible y está visto que la actividad minera es un importante rubro que produce regalías que sirven para favorecer directamente al municipio donde se produce la operación minera. En el caso de Achachucani, se adelantó que por lo menos cien millones de dólares anuales serán asegurados por el concepto sólo de regalías.
Si se toma en cuenta este tipo de emprendimientos hay necesidad de plantear las medidas necesarias que garanticen las inversiones, que eliminen el peligro de avasallamientos y aseguren el buen uso de los recursos naturales, lo que significa una actividad debidamente planificada, que no altere de modo alguno el ecosistema de la zona tradicionalmente agro-ganadera, pero también operable en minería con resultados de beneficio comunitario.
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