La compra de concentrados de plomo y plata para el complejo minero de Karachipampa está asegurada con el fideicomiso de 348 millones de bolivianos, recursos que suministrará el Tesoro General, pues, así lo manda el gobierno por decreto supremo 1387, aprobado ayer.
Aporte de 50 millones de dólares. "Estos recursos están destinados exclusivamente a la adquisición de concentrados para los primeros meses de funcionamiento de esta planta", afirmó el ministro de Minería, Mario Virreira, al anunciar la promulgación del decreto supremo en el gabinete de la mañana de ayer.
Con el fideicomiso, equivalente a 50 millones de dólares, "se garantiza el aprovisionamiento de estos concentrados que ha de permitir a corto plazo iniciar operaciones de esta fundición", remarcó la autoridad.
Complejo sin estrenar. Los concentrados de plomo y plata son la materia prima que se requiere para el funcionamiento del complejo polimetalúrgico de Karachipampa en Potosí. Instalaciones que durmieron "el sueño de los justos" por más de cuarto siglo, pues, desde 1985 está sin estrenar.
Los fondos serán reembolsados por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) al erario nacional en el plazo de cinco años, detalló Virreira en conferencia de prensa realizada en Palacio Quemado.
El complejo tiene capacidad para procesar 51.000 toneladas métricas anuales de concentrados, que están garantizados, puesto que el país está produciendo 150.000 toneladas, dejó en claro la autoridad. Este volumen es extraído principalmente en San Cristóbal, pero también hay otras minas.
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