Aunque autoridades nacionales y especialmente las que se encuentran en el área de la actividad minera aseguran que nuestro país, de todos modos y más tarde o más temprano, ingresará en la competencia industrial del litio, bien vale la pena tomar en cuenta ciertos avances que se producen en la fabricación de nuevos productos alternativos que en un momento dado pueden desplazar con mucha facilidad a las pilas y las baterías recargables de iones de litio.
Este delicado tema que también lo analizamos en anteriores números de Perspectiva Minera cuando mencionamos los aprestos de una gran industria para sustituir los productos fabricados con litio, se confirmaron a principios del año presente cuando la poderosa firma Apple, la más fuerte a nivel mundial en la producción de una variedad de equipos computarizados, anunció que estaba en condiciones de patentar para el mercado mundial dos pilas de combustibles para el funcionamiento de sus productos, en una etapa inicial.
Los ejecutivos de la Apple explicaron que una de sus pilas de combustible, aunque no especifican de qué combustible se trata, serviría para garantizar el funcionamiento de sus avanzados celulares iPhones y los iPad tablets, los laptops además de otros equipos de última generación en comunicación, en tanto que la otra pila sería una especie de pila híbrida que alimentaría a una batería de manera constante.
Estos avances tecnológicos, que ya se venían anunciando y que ahora están más próximos a competir en el mercado mundial, pondrían en serio riesgo a los productos fabricados con litio, aunque el impacto no sucedería de un día para otro, pero si paulatinamente y en la medida que las pilas y baterías con combustible (?) vayan ganando mercado y afirmando su mejor utilidad y versatilidad.
Frente a este tipo de competencia es que justamente los países vecinos al nuestro, caso de Chile y Argentina, han dispuesto una acción más dinámica y hasta agresiva para la producción de pilas y baterías en todas sus formas, desde las cilíndricas de varios tamaños y potencia hasta las pequeñas conocidas como "botón o tableta", que se utilizan en sofisticados equipos y que en la actualidad generan una demanda inusitada que está siendo cubierta por los actuales productores que incrementarán en los años siguientes ese ritmo de alta producción, preparándose además para contrarrestar el efecto que más tarde o más temprano se presentará con la producción de las pilas de la Apple.
El invento de la Apple tiene sentido práctico porque su uso permitiría manejar equipos sin recarga por varias semanas, lo que resulta ya un primer paso electivo por cualquier persona que utiliza los modernos equipos y que ahora está sujeto a recargas periódicas en poco espacio de tiempo, además que en la medida que se incremente la producción de las nuevas pilas y baterías a combustible se producirá una lógica competencia de precios que pueden poner en riesgo los planes del comercio de los productos con litio.
Se trata de una alerta temprana pues lo evidente es que pasarán algunos años, posiblemente menos de un quinquenio, para que la Apple y posiblemente otras industrias incluyendo una asiática se lancen al mercado de nuevas pilas y baterías inclusive para la nueva generación de vehículos, desplazando al litio y los productos fabricados con esa materia prima.
En el caso nuestro ya son dos sino más los años que se experimenta la explotación de litio y se habla de que entre el 2014 al 2015 estaríamos en condiciones de industrializar esa materia prima, para entonces habrá crecido la competencia de los vecinos, pero también avanzará la producción de la Apple y ambos factores podrían contribuir a que los proyectos nacionales no se cumplan en la optimista proyección que ahora tenemos los bolivianos.
Un reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) señala que en nuestro país desde el año 2009, pero con inusitado interés la gestión 2010, se registró un descomunal incremento en la importación de baterías y pilas de litio, llegando el registro a cerca de 19 mil kilos entre baterías comunes de cadmio, mercurio, manganeso y óxido de plata, de las cuales más de 3.300, entre baterías y pilas, corresponden a las de litio, entre estas las cilíndricas, las tipo botón y otras variedades para equipos especiales, por tanto el crecimiento y uso de las baterías de litio creció en los últimos años en nuestro país
Sin pecar de pesimismo, menos de intransigencia, pero marcando nuestra voz de alerta recordamos el dicho popular de que… en la demora está el peligro.
Medios, Agencia Uru, Pressexter
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