El yacimiento de cobre donde estuvieron atrapados fue abandonado en los años 90.
Los nueve mineros que estaban atrapados desde el jueves 5 por un derrumbe en la mina Cabeza de Negro, en las alturas del sureño departamento de Ica, Perú, salieron del socavón en el que se hallaban poco después de las 07.00, por sus propios medios, y fueron recibidos por el presidente de su país, Ollanta Humala, quien había pasado la noche anterior cerca de la mina.
Los obreros, en aparente buen estado y con gafas de sol, salieron del túnel principal de la mina ilegal y fueron recibidos por sus familiares, además de Humala y miembros de su Gobierno.
Edwin Bellido Sarmiento contó que durante los seis días que permanecieron atrapados en el socavón, sus compañeros y él comieron en sus cascos e hicieron chistes para no deprimirse.
Visiblemente debilitado, el minero contó que durante el tiempo que estuvieron atrapados, “nos hacíamos bromas para no perder la esperanza y corríamos de un lugar a otro para calentarnos”.
Dijo que siente “que ha vuelto a nacer. Es casi como volver a nacer, muchas gracias a todos”.
La historia. El obrero detalló que el Jueves Santo trabajaba junto a sus ocho compañeros, cuando alrededor de las 08.00 se escuchó un fuerte ruido.
Minutos después, tras caminar unos metros, se dieron cuenta de que el ingreso al socavón se había venido abajo, según el periódico El Comercio, de Lima.
LOS RESCATADOS. Los mineros rescatados son Jacinto Pariona, de 59 años, y su hijo Róger Pariona, de 32; Félix Cucho Aguilar (41), Edwin Bellido (34) y los hermanos Santiago y Juan Tapia, (22 y 23 años). Además de Carlos Huamaní (47), Jesús Ccapatinta Raymi (35) y Julio César Huayta, de quien no se tiene otros datos.
Los nueve reciben atención médica especializada y aún no fueron dados de alta.
La minería informal es un problema en el que muy poco se hizo por hallar soluciones para regularizar a miles de peruanos que viven de esta actividad, según el gobierno. en 21 de los 25 departamentos del Perú hay actividad minera ilegal.
La mina ilegal de cobre donde tuvo lugar el accidente fue abandonada en los años 90, pero su entrada no fue dinamitada, tal como exige la ley, y desde entonces han ingresado los mineros informales, que no gozan de adecuadas condiciones de seguridad. El yacimiento se encuentra encerrado entre altos cerros desérticos y pedregosos, que hacen que la distancia al primer centro poblado sea recorrida por vehículos en más de tres horas.
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