Lo de la Jindal todavía no huele a gas

Persisten las contingencias que tienen que ver con el proyecto del Mutún que desarrolla la empresa hindú Jindal Steel & Power en una mitad del emporio de hierro en la zona oriental del país, donde además debería ser implementada una gigante siderúrgica para convertir el hierro boliviano en acero para la exportación, alternativa que sólo será posible si se dispone de la cantidad suficiente de gas que debe proveer la estatal YPFB.

Resulta sin embargo, que persisten problemas de orden jurídico entre la hindú Jindal y el Estado boliviano debido a ciertos desajustes que se produjeron en la fase de entendimiento entre las partes, especialmente cuando nuestro gobierno decide cobrar boletas de garantía por 18 millones de dólares que paga la Jindal, por supuesto incumplimiento en el cronograma de desembolsos, mientras que la Jindal para recuperar ese monto justifica que el Gobierno no cumplió oportunamente con la entrega de tierras comprometidas.

Pero no es todo, ahora hay un problema de mayor envergadura y es que la Jindal para encarar el proyecto siderúrgico del Mutún exige una dotación de gas que lamentablemente la estatal petrolera no puede cubrir debido a las limitaciones existentes para producir este energético que ya llega con algunas dificultades a la Argentina y el Brasil, mercados comprometidos para proveer gas boliviano.

Otros apuntes, que por supuesto no son confidenciales, señalan que la Jindal con el interés de cumplir sus compromisos acudió a la General Electric, que formuló una interesante oferta para instalar una planta termoeléctrica en el Mutún y proveer energía a la Jindal para que funcione la siderúrgica. La Jindal requiere por lo menos una planta que genere 550 MW y la General Electric establecerá la cantidad de gas que utilizará para su planta, cantidad aún no determinada pero que deja con serias interrogantes sabiendo que se debe cumplir los contratos de exportación que juntos suman 58 millones cúbicos por día, sin contar lo que se necesita para cubrir la demanda interna y conociendo que la producción actual es nada más que de 46 millones de metros cúbicos. Es la suerte del Mutún, del hierro y la perspectiva del acero. Muy preocupante.