Por los volúmenes de extracción de carga y la producción de concentrados minerales, la operación San Cristóbal es, indudablemente, la más grande de la historia minera de Bolivia. En la zona donde está ubicado el yacimiento (provincia Nor Lípez del departamento de Potosí), habían antiguas minas paralizadas de plata de tamaño mediano o chico, cuando desde 1996 la empresa americana Apex Silver Mines Ltd. inició un agresivo y sostenido programa de exploración, tendiente a ubicar un yacimiento polimetálico (zinc, plata y plomo) de clase mundial.
Varios años de exploración permitieron la cuantificación de 251 millones de toneladas de reservas con 1,54 % de zinc, 55,3 gramos por tonelada (g/t) de plata y 0,53% de plomo. Este nivel de reservas hizo posible la planificación del tratamiento de 40.000 toneladas de mineral por día (tpd), lo que daría al yacimiento una vida de 17 años.
En 2005 con una inversión total de 1.400 millones de dólares (M$us), comenzó el desarrollo y la construcción de instalaciones, entre ellas la línea eléctrica desde Punutuma, la ferrovía de 65 kilómetros desde la mina hasta la vía troncal, la infraestructura portuaria en el puerto de Mejillones, Chile, además del ingenio, laboratorios, viviendas, talleres, sistema de abastecimiento de agua etc. La demanda de energía eléctrica es 57 MW, aproximadamente el 5 % del total del país. El consumo diario de agua industrial, a pesar que gran parte de ella es recirculada es de 41.000 a 46.000 metros cúbicos, proveniente del bombeo de agua profunda no apta para consumo humano o animal ni para riego.
San Cristóbal empezó la difícil etapa de ajuste de la explotación en el tercer trimestre de 2007 y en 2008 estaba en capacidad plena de producción. El minado se lo realiza por el sistema a cielo abierto, mediante voladura en bancos y transporte de mineral y estéril en volquetas. Como la relación de estéril a mineral es de 1,54/1, para enviar al ingenio 40.000 toneladas, la voladura diaria es de 101.600 toneladas.
El proceso de concentración en el ingenio consta básicamente de trituración y molienda seguida de flotación diferencial, que dan como producto final dos tipos de concentrados: de zinc-plata y de plomo-plata, que son transportados en tren en contenedores sellados a la costa y de ahí a varias fundiciones de Asia, Europa y Australia. Diariamente se producen unas 1.300 toneladas de concentrados de Zn-Ag con 58 % Zn y 400 g/t Ag y 300 toneladas de Pb-Ag con 70 % Pb y 4.300 g/t Ag. San Cristóbal es la mayor productora de zinc, plata y plomo del país, así como la tercera de plata y la sexta de zinc en el mundo.
Al principio Apex Silver tenía el 100 % de las acciones, luego en 2005 la empresa japonesa Sumitomo Corporation adquirió el 35 % de las acciones por 400 M$us, para luego en noviembre de 2008 comprar el 65 % restante en 22,5 M$us, debido a las pérdidas que arrojó esta operación en los últimos trimestres de ese año por la caída de los precios de los minerales. Recién en el segundo semestre de 2009 por la recuperación de los precios y por ajustes operativos, mejoró notablemente la situación financiera de la empresa.
Según un ejecutivo de la empresa, los primeros meses de 2009 la pérdida mensual fue de 10 M$us, lo que se explica porque las leyes de las reservas minerales, permiten calificar a San Cristóbal como un yacimiento de baja ley, si se lo compara con otros yacimientos del mismo tipo, como el fabuloso Red Dog ubicado en Alaska, con leyes de reservas de aproximadamente 16,4 % en zinc, 4,5 % en plomo y 72,9 g/t en plata, que tratando sólo 10.000 tpd por las durísimas condiciones climáticas, es el mayor productor mundial de zinc.
Debido al pequeño tamaño de la economía nacional, la irrupción de una empresa de esta magnitud influyó mucho ella. Según el economista Rubén Ferrufino el incremento del PIB del país en 2008 fue del 6,15 %, que sin el aporte de San Cristóbal hubiera sido sólo del 3,78 %, vale decir que esta operación respondió por el incremento del 39 % del PIB. Sin embargo, resulta importante hacer notar que comparada con operaciones mineras de otros países como las de los vecinos Chile y Perú, tanto por el tamaño de operación como por el valor de exportación San Cristóbal es mucho más pequeña. Fácil es imaginar la influencia económica en nuestro país de varias megaoperaciones mineras como las de nuestros vecinos.
Entre 2008 y 2011, la participación porcentual de San Cristóbal en el valor de la exportación minera total varió entre el 32 % (2011) y 47 % /2009). En los cuatro años su participación promedio en la exportación de zinc, plata y plomo fue de 56 %, 41 % y 79 % respectivamente.
En 2010 la minería boliviana excluyendo San Cristóbal tributó 73,6 M$us por regalías mineras y 80 M$us por Impuesto a la Utilidad de las Empresas (IUE) totalizando 153,6 M$us, que representa el 10,3 % del valor exportado, mientras que San Cristóbal pagó por regalías 47,1 M$us y por IUE 100 M$us, totalizando 147,1 M$us (casi lo mismo que todas las otras minas), que significó el 16,1 % del valor de su exportación, vale decir que de lejos fue la principal fuente de tributación minera, haciendo que el porcentaje total de tributos de la minería suba al 12,5 % del valor exportado. Entre 2008 y 2011 San Cristóbal pagó por regalías un total de 178,9 M$us.
Por las cifras dadas, San Cristóbal rompe aquel dicho que una golondrina no hace verano, porque sí hizo el verano minero boliviano. Ojalá tuviéramos más de estas golondrinas.
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