El tema de los mercados emergentes tiene mucho que ver con la economía global o puede verse a la inversa, pero increíblemente con iguales resultados pues cualquier movimiento que se produce en uno de los sentidos afecta de inmediato al otro conjunto y de ese modo los reflejos en materia económica se extienden a los países que producen materias primas para los mercados de la industrialización internacional, que a su vez establecen el comportamiento de la economía global.
Resulta un poco complicado hablar de ésta temática en que además se observan dos periodos en la producción y la comercialización del metal más requerido como reserva física, el precioso oro que desde hace algún tiempo mantiene su precio en ascenso y todo debido a la fuerte demanda de países poderosos que han decidido respaldar sus economías depositando oro físico en las grandes bóvedas de los entes emisores, los bancos centrales.
A propósito de este interesante tema, The New York Times, en su sección de dinero & Negocios alude a una advertencia formulada hace una década por el economista Jim O’Nelly, quien alertó a la comunidad inversionista occidental que el mundo se encontraba en transformación gracias al ascenso de los mercados emergentes. El destacado economista utilizó entonces un apodo que agrupaba a cuatro titanes de la economía mundial llamándolos BRIC, pues se trataba de Brasil, Rusia, India y China
El mismo O’Nelly refiere que en parte del siglo XIX el oro impuso un periodo revolucionario en la economía de ese país, fue la fiebre del metal dorado cuya explotación produjo los primeros cambios en la visión desarrollista de una parte del continente que hoy se muestra como una economía mundial reconfigurada por la revolución tecnológica y la globalización, aparte por la transformación económica resultante que impulsa una nueva edad del oro y una nueva plutocracia.
En los tiempos actuales la advertencia de hace una década ha cobrado fuerza y es así que países como la China, la India, parte de Latinoamérica, caso del Brasil y otros del África se industrializan y se urbanizan como lo hizo el occidente en su tiempo con la "fiebre del oro", y ahora con un ingrediente muy importante que es la tecnología que empuja la economía globalizada.
Lo evidente para los cambios que se registran en relación a los periodos en que el oro juega como el protagonista principal del movimiento de las economías emergentes es que los grandes inversionistas han decidido abrir sus relaciones hacia todos los mercados posibles para comprar y vender, pero ahora también para almacenar el oro como la reserva física más segura para respaldar los negocios del mundo globalizado.
El asunto puede presentarse como bastante complejo en el caso nuestro, cuando los precios internacionales del oro se mantienen expectables gracias a la demanda constante y cuando aparte de los cooperativistas auríferos no se han presentado aún inversiones para explorar y explotar el metal precioso, aspecto que debería priorizarse conociendo por reportes satelitales que en nuestro país, especialmente en Oruro, hay buenos yacimientos auríferos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario