El 28 de junio, los ingenieros Fernando Fernández y Agustín Cárdenas fueron secuestrados por avasalladores de la comunidad Mallku Khota y el lunes 2 de julio corrieron la misma suerte el ingeniero Eustaquio Calle, el técnico Juan Pablo Mallco y el chofer Marco Antonio Leytón.
“En los cerros de Mallku Khota están parapetados armados con dinamitas y otras armas, todo ese trabajo lo ha realizado la FELCC en el lugar, que es de difícil acceso”, informó el director nacional de esa unidad policial, Cristóbal Zapata. Agregó que tres investigadores de esta fuerza anticrimen y un fiscal de materia llegaron hasta 10 kilómetros antes del lugar y sacaron fotografías de la masiva concentración.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, ratificó anoche que no instalarán el diálogo si es que antes no se liberan a los rehenes. Asimismo, anunció que tomó previsiones y desplazó a la zona 220 efectivos de las ciudades de Oruro, Potosí y Cochabamba.
“Hemos estructurado una plataforma de mediación con varias entidades, entre ellas la Defensoría del Pueblo y DDHH, para restituir condiciones normales para un diálogo. No es normal que alguien quiera dialogar encadenando a la silla a su contraparte y obligándolo a negociar con un chicote”, destacó el ministro Romero.
En las últimas horas, los dos ingenieros, Fernando Fernández y Agustín Cárdenas, capturados en primera instancia, lograron comunicarse vía celular con sus familiares. El primero dijo que tiene problemas renales y el segundo, un brazo fracturado.
El hermano de Fernández también se contactó con los comunarios y les pidió un canje de rehenes para que Fernando reciba atención médica por sus dolores en los riñones. Los parientes de Cárdenas y Calle también solicitaron, a través de los medios de comunicación, la instalación inmediata del diálogo.
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