Guiados por el espíritu aventurero del errante, nos dirigimos a la ciudadela de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), donde se encuentra la mayoría de las carreras de la Facultad Nacional de Ingeniería (FNI), un espacio, aunque usted no lo crea, diferente a lo que se observa en la cotidiana urbe.
Siguiendo las indicaciones de los estudiantes que se encontraban concentrados en sus actividades académicas, logramos conocer por primera vez Spectrolab, una unidad descentralizada de la UTO, donde realizan el servicio analítico y laboratorial químico, acreditado en minerales y medioambiente.
El laboratorio se crea en la Carrera de Metalurgia, siendo implementado con el convenio UTO – Berlín – Alemania. Este fue institucionalizado por el Consejo Universitario con la Resolución 101/91.
En la visita se pudo observar cómo los profesionales altamente capacitados realizaban análisis de aguas, suelos, pero también trabajan con sedimentos, vegetales, calidad del aire, minerales y concentrados.
Cuentan con muestras geoquímicas de metales, aleaciones y tierras raras, incluso de metales estratégicos, aceites contaminados, gases y hacen análisis bromatológico.
Los equipos impresionan a quienes no están acostumbrados a estar en contacto con un material altamente sensible y de última generación como espectrofotómetros de observación anatómica, o emisión de plasma, cromatógrafos de gases, aniones, entre otros términos que a uno le recuerdan las películas de ciencia ficción o algo similar.
La ciencia también es parte de los Encantos de Bolivia, porque Spectrolab al igual que otras instituciones a nivel nacional e internacional son reconocidas por el trabajo calibrado y exacto que efectúan.
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