El dólar se derrumbó en 67 por ciento en comparación con el precio del oro en el período 2006-2011, con “dos puntos de inflexión”, ambas el 2008. La primera en enero, con la caída de las Bolsas y la de noviembre por la inyección de capital de la Reserva Federal.
En cuanto al otro metal precioso, la plata, la divisa estadounidense hundió en 75 por ciento, en el mismo período de análisis, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Estos números demuestran el rol protagónico que están alcanzando ambos metales preciosos como puertos seguros de refugio frente a la crisis monetaria de los países altamente desarrollados, que hasta está generando anuncios agoreros de la supresión del euro.
Entre el 2006 y este noviembre, el valor del oro casi se triplicó, pues, al inicio de la nueva era gubernamental, la cotización promedio anual llegó a 600 dólares la onza troy, y este lunes, está en 1.714 dólares.
El patrón oro está arrastrando a los inversores, debido al riesgo del papel moneda como el dólar o el euro, aseguran analistas internacionales.
“En el mercado de divisas, el oro es neutral, lo que significa que no está conectado a ningún país en particular, y los incrementos en su precio influyen en las transacciones de monedas distintas”, asegura la publicación especializada “preciooro.es”.
Con este criterio se tiene por seguro que “los precios del oro son catalizadores importantes en el mercado de divisas”, según la publicación española.
En el caso de la plata, su precio también trepó hasta casi triplicarse, de 11,39 dólares la onza troy el 2006, a 32 dólares el 28 de noviembre del 2011.
En el año que finaliza, el valor del metal argentífero se acercó a los 50 dólares por onza troy, debido a la demanda, también como seguro ante los vaivenes de las finanzas internacionales. //JTI//
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