La minería chica debe migrar cuatro mil concesiones mineras, dispersas en casi los nueve departamentos del país, al régimen de contratos administrativos, en el marco de la nueva ley promulagada en mayo de este año.
De acuerdo al presidente de la Cámara Nacional de Minería (Canalmin), Saturnino Ramos, el sector tiene en la actualidad unos 1.500 afiliados activos dedicados fundamentalmente a la producción de estaño, wólfram, antimonio, cobre y oro, este último en muy poca cantidad.
Canalmin realiza en La Paz su congreso nacional número 54 que congrega a más de 40 delegados de las diferentes regiones, además de sus afiliados, con la finalidad de debatir sobre asuntos como la nueva Ley de Minería, sobre el que participó en su elaboración entre 2009 a mayo de 2014.
La minería chica genera en producción alrededor de $us 500 millones cada año que representa entre 20 y 25 por ciento de las exportaciones totales mineras del país que en 2013 alcanzó a $us 1.953 millones, un 5,8 por ciento menos que el observado en 2012 cuando llegó a $us 2.074 millones.
Ramos recordó que la nueva ley establece que el sector minero tiene seis meses para su readecuación, es decir pasar de concesiones a contratos.
Pidió que mediante la Ley de Minería se consolide la seguridad jurídica para las operaciones del sector, tomando en cuenta que en este momento están pendientes muchos proyectos de explotación.
En cuanto a producción, dijo Ramos, este aumentó en un 30% en 2013.
“Queremos que el Gobierno nos incluya en el programa Bolivia Cambia, Evo Cumple”, dijo al referirse al apoyo tecnológico que requiere el sector.
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