De las 42 cooperativas mineras que trabajan en el Cerro Rico de Potosí, 35 carecen de manifiesto ambiental y sólo siete cuentan con ese requisito para encarar trabajos de explotación, según el informe de la secretaria departamental de la Madre Tierra del Gobierno Autónomo del Departamento de Potosí, Teresa Balderrama.
La secretaria lamentó que la Corporación Minera de Bolivia, en su condición de administradora del yacimiento, no condicione la firma de contratos a la tramitación de los respectivos manifiestos ambientales.
Balderrama reconoció que las aguas ácidas o “aguas de copajira” son un problema que se tiene que resolver para lo cual se tiene previsto encarar un proyecto para su tratamiento, pero todavía no logró definir quién debe correr con el gasto del financiamiento del programa de mitigación ambiental.
La Secretaría de la Madre Tierra consideró que la Comibol, en su condición de administradora del yacimiento minero, debe ser la que asuma el costo del tratamiento de las aguas porque no es muy fácil identificar la responsabilidad de cada uno de los operadores mineros.
Ayer se intentó conocer la opinión del presidente ejecutivo de la Comibol, Marcelino Quispe, pero no se pudo lograr el contacto, mientras que el vicepresidente de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin), Santiago Cruz, estaba en una asamblea y no pudo dar a conocer su punto de vista respecto a la cantidad de cooperativas que no tienen manifiesto ambiental.
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