La posición de los profesionales en minería, los geólogos, ingenieros, muchos técnicos y no menos analistas de la actividad minera han coincidido, no recientemente más bien desde principios de gestión, en que se veía venir una declinación productiva, por razones especiales que son parte no sólo de imprevisiones en el contexto nacional, sino por efecto de muchas circunstancias que también se dan en el ámbito internacional y que ya mostraban sus signos especiales como las "movidas" de la economía asiática, donde se juega el destino de la gran industria mundial.
Lo evidente es que el "rango" de precios depende directamente de las contingencias externas, tal es la situación que al producirse por ejemplo una mayor demanda de materia prima, como el caso de los concentrados de minerales, estos suben de precio y sucede exactamente lo contrario cuando se saturan las industrias de ese material básico, debido por ejemplo a la disminución en la venta de productos elaborados en exceso lo que obliga a su almacenamiento en una etapa que detiene las transacciones competitivas y altera los cronogramas de países como el nuestro dependiente de la exportación de sus materias primas.
Hay otras circunstancias que también tienen incidencia directa en el comercio de materias primas y su industrialización, por ejemplo cuando se producen acciones bélicas los fabricantes de armas buscan estaño, plata y plomo, pues necesitan aleaciones para fabricar más armas, no es menos cierto que también se mueve el oro por efecto de medidas de seguridad que asumen los grandes bancos internacionales para acumular el metal precioso, como la mejor reserva física frente a cualquier tipo de colapso financiero que pudiera presentarse.
Los factores políticos, que son parte de la dinámica norteamericana o en algunos países de la Unión Europea (UE), también inciden en el comportamiento de precios, por lo menos en un periodo de incertidumbre en que se perfilaban nuevos candidatos y que pasada tal etapa el sistema financiero retomará su dinámica en función a políticas diseñadas en cada caso y que de manera – natural – consignan indirectamente la adquisición de "commodyties" para el mantenimiento de sus grandes industrias.
Al margen de estos aspectos prevalece también el auge de la economía asiática y de manera especial el movimiento de millones de ciudadanos chinos en una abierta competencia interna por crecer industrialmente y en función de sus grandes empresas copar la mayoría de los mercados internacionales, mucho de lo que sucede actualmente, inclusive con ese efecto de abierta competencia encomendada por "marcas norteamericanas" que sin embargo llevan el sello de made in China, lo que muestra el poder de la fuerte competencia industrial.
En criterio del Consejero Económico y Comercial de la Embajada de China en nuestro país, Liu Rutao, su país está interesado en la industrialización de sectores de la minería, especialmente el caso del litio, pero también en la línea de los hidrocarburos, asegurando que actualmente hay unas 30 empresas chinas establecidas legalmente en nuestro país.
Pero como no se trata exclusivamente del comercio de exportación hacia la China, que se mueve en un rango de 600 millones de dólares, lo evidente es que de manera global los problemas que afecten al comercio asiático y que tienen de algún modo incidencia con los mercados de Norteamérica y Europa ocasionan un marcado decaimiento de la economía nacional, particularmente en el rubro de las regalías mineras que disminuyen ostensiblemente los ingresos por divisas para el Erario Nacional y sienten el efecto con dureza los Tesoros Departamentales y algunos municipios que se nutren de esos recursos y que al restringirse por efecto de los bajos precios internacionales, detienen el curso de algunos proyectos frenando su desarrollo.
En los tres trimestres del año, enero a septiembre, según datos del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) se produjo un descenso en la producción minera equivalente al 17 por ciento, lo que se traduce en una disminución directa del 22 % en los ingresos por regalías. De acuerdo al informe del MMM se establece que entre enero y septiembre de la gestión pasada 2011 el ingreso por regalías fue de 131,5 millones de dólares, en cambio en el mismo periodo del año actual esa recaudación sólo llegó a 102,2 millones de dólares lo que refleja un 22 % menos, hecho preocupante pues por tal disminución en los ingresos a la Gobernación medio centenar de proyectos quedarán perjudicados o mínimamente postergados.
Los minerales que presentaron problemas de producción y fueron afectados por los precios bajos fueron el zinc por una parte, el estaño por otra, en este caso por los problemas que se registraron en la Mina Colquiri y que pudo observar en la reducida entrega de concentrados a la fundición de Vinto, pero el mayor impacto le tocó al plomo cuya producción en 9 meses de la pasada gestión alcanzó más de 74 mil TMF y en el mismo periodo del año presente registró 60.947 TMF. Con esos parámetros la situación se torna muy delicada para las actividades mineras, pues las previsiones de los expertos apuntan a un mayor descenso en los precios, lo que obligará a tomar previsiones de mayor producción para compensar la diferencia en los costos de operación.
Incluimos para mejor ilustración una infografía que ha sido elaborada con los datos estadísticos proporcionados por el MMM.
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