Es presidente de la Corporación Minera de Bolivia. Es orureño e ingeniero metalúrgico. Trabajó en la fundición de Vinto durante 15 años, en la Empresa Siderúrgica del Mutún (2007-2010) y participó en la preparación y puesta en marcha de la fundición de Karachipampa.
Es presidente de la Corporación Minera de Bolivia. Es orureño e ingeniero metalúrgico. Trabajó en la fundición de Vinto durante 15 años, en la Empresa Siderúrgica del Mutún (2007-2010) y participó en la preparación y puesta en marcha de la fundición de Karachipampa. En octubre del año pasado fue invitado a asumir la presidencia de Comibol.
— ¿Cuál es su principal de-safío?
— Esta oficina es más abierta. Estamos en la etapa en la que los trabajadores sean partícipes de la política minerometalúrgica, por eso están en nuestro directorio (Huanuni, Colquiri). En la nueva ley minera, este directorio va a ser estatal, ya no habrá cooperativistas. Ellos tienen que vigilar y ser protagonistas para que mañana nuestras empresas sean rentables y cuidemos nuestros logros. En la nueva visión de la Comibol está que nuestros productos sean industrializados; llegar a la fase de los metálicos; y luego formar aleaciones que permitan darle mayor valor agregado. Así, vamos a tener mayor solvencia económica en el país.
— ¿Karachipampa es un paso relevante en esta visión?
— Este año entra en operaciones después de 28 años (paralizada). Va a tener ajustes dependiendo del material del cual se alimente; están previstas (procesar) 50 mil toneladas de concentrados de plomo y plata. La minera San Cristóbal es la principal productora y sobrepasa las 300 toneladas día, luego están Porco y Bolívar con mayores contenidos de otras “impurezas”, y San Vicente y las cooperativas mineras de Potosí. Este caudal sobrepasa las 500 toneladas/día y la fundición de Karachipampa alcanza las 170 toneladas/día. Ahora estamos en la etapa del zinc en el país, explotamos (exportamos concentrados) y lo compramos en latón, calaminas, tenemos que ser productores de esos latones. Nuestro próximo paso es crear plantas modulares (fundidoras) de zinc. Las vamos a instalar en Vinto y Karachipampa. Y diseñaremos otras de acuerdo con las condiciones mineralógicas del país.
— ¿Está el presupuesto en la Ley Financial?
— Hemos programado cerca de $us 50 millones para Vinto. Y dentro de esta política estamos viendo que Vinto sea parte de Comibol, así vamos a tener integrada la metalurgia y la minería. Al hacer eso vamos a poder hacer inversión y será un verdadero complejo. Haremos aleaciones.
— ¿Y lo negativo?
— No tenemos recursos humanos. Sería interesante que las universidades retomen con fuerza estas carreras (Minería, Geología). En la época en la que era docente lo mínimo de alumnos que tuve fueron seis. Bolivia no tiene minería, decían. Pero, apenas un 18% hemos hecho exploración y prospección. Falta dinero y como país no podemos arriesgar mucho en ese aspecto, necesitamos que vengan otras empresas y países a hacer esa inversión.
— ¿Es factible?
— La necesidad del mundo es que haya minerales.
— ¿La nueva ley minera permitirá esta atracción?
— Va a salir una nueva ley de promoción a las inversiones y con esto vamos a garantizar jurídicamente que se respeten y si son de beneficio para el país, vamos a hacer buenos negocios. Necesitamos prospección, exploración y tecnología
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