El Gobierno se comprometió con los cooperativistas mineros a entregarles una parte de las 18 millones toneladas que tiene el reservorio de colas y arenas (deslaves) más grande del país, ubicado en Catavi y que tiene estaño.
“La Federación Regional de Cooperativas Mineras del Norte de Potosí presentará una propuesta de proyecto para la explotación de las colas y arenas de Catavi y descartes de la planta Sinkandfloat”, dice el segundo punto del anexo de temas pendientes a ser tratados con urgencia, incluido en el convenio de 13 puntos firmado entre el Gobierno y los cooperativistas.
Ese acuerdo fue sellado por el ministro de Minería, Mario Virreira, y la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), en agosto pasado, en medio del conflicto por la veta Rosario de la mina Colquiri, que llevó a los cuentapropistas a exigir la atención a sus pedidos.
El director de planificación y proyectos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Ramiro Zanabria, explicó a Página Siete que esos restos que fueron acumulados como resultado de años de operaciones mineras constan de “más de 18 millones de toneladas de colas y arenas”.
Al precio actual, los residuos, que contienen principalmente estaño, equivalen a aproximadamente 3.600 millones de dólares.
El presidente de Fencomin, Albino García, justificó que “las cooperativas han planteado su interés de explotar esos deslaves; así como el Estado está buscando inversores privados para reprocesar esos residuos, las cooperativas también están interesadas en participar”. Al menos 12 cooperativas trabajarán con esas colas y desmontes.
Según Zanabria, el proyecto para la construcción de un nuevo ingenio de reprocesamiento de esos deslaves, con una capacidad de 2.000 toneladas por día, prevé una inversión que supera los 28 millones de dólares. “Ellos (los cooperativistas) han solicitado una parte más, pero debe haber reuniones administrativas para saber cuál será la respuesta a esa petición”, confirmó.
Además aclaró que desde hace más de 20 años los cooperativistas del norte de Potosí tienen un contrato de arrendamiento por una parte de esas colas, que equivale a cuatro millones de toneladas; “a la fecha ellos habrían procesado un tercio, aún tienen bastante para procesar”, aclaró.
En el periódico de Comibol, Bocamina, el gerente regional de la empresa Catavi , Francisco Infantes, explica que este deslave es el resultado de los procesos de pre-concentración que al principio se dieron en la mina Siglo XX, en la planta de Sink and Float.
Esos descartes fueron acumulados en las laderas de Llallagua y, luego, fueron trasladados al depósito El Kenko, en Catavi.
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