Un último informe del Ministerio de Minería revela que en los seis primeros meses del año en curso, disminuyó el valor de las exportaciones mineras en una proporción mayor al diez por ciento debido a una caída en los precios de minerales en las pizarras internacionales.
La apreciación se relaciona con la venta de nuestros minerales en igual periodo de la pasada gestión que no tuvo la disminución registrada en el presente año y mantuvo un ritmo casi invariable en lo que significó las ventas de nuestros recursos minero – metalúrgicos.
La estadística que maneja el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM), muestra que en el primer semestre del año pasado se logró una exportación de 1.679 millones de dólares, en tanto que hasta junio del presente año, la cifra por exportación minera llegó tan sólo a los 1.500 millones de dólares, lo que muestra un descenso del 11 por ciento que se tratará de neutralizar con una mayor producción en el segundo semestre que ya está en marcha.
La política del MMM ya señalada desde el anterior ministro José Pimental, ahora director de la Comibol, fue justamente de incrementar la producción para enfrentar los periodos de crisis y en realidad algo de eso se ha hecho en los periodos que se ha confrontado con caídas en el precio internacional de los minerales, aspecto que parecía no interesar a los ejecutivos de nuestra minería en el entendido de que "los ciclos variables" permitían luego compensar los altibajos en recaudaciones aunque sin cubrirse los volúmenes deseados en materia real de producción.
Lo que se observa es que el descenso en los precios de los minerales, si bien no es significativo de todos modos influye de manera directa en la obtención de divisas por parte del gobierno, que rebaja sus ingresos y pasa lo mismo con la recaudación de impuestos y de regalías mineras que en muchos casos no pueden recuperarse, por la falta de previsiones en la política minera nacional y porque aún nuestra economía sigue siendo dependiente de la venta sólo de nuestras materias primas.
Marcado optimismo
Aunque concurren una serie de factores técnicos, sociales, precios y algunas otras condiciones adversas, un viceministro del MMM se muestra muy optimista y asegura que en lo que resta de la presente gestión se mantendrán los precios internacionales -que no son malos, según la autoridad- y que al final de la gestión nuestro país podría alcanzar la cifra de 3 mil millones de dólares por la exportación de nuestros minerales, lo que significa doblar la producción del primer semestre en curso y esperar que los precios suban, cuando una relación especial de la pizarra externa muestra un descenso en el precio del estaño, la plata, el zinc y el plomo. La única cotización favorable es la del oro, pero nuestra producción es mínima.
Alternativas
Aunque parezca contradictoria la posición de las autoridades de minería, respecto a los precios internacionales que no son los mejores pero tampoco son malos, habría que definir estrategias para impulsar una minería más segura pero sobre todo muy competitiva en relación a lo que ocurre en los países vecinos donde buena parte de las operaciones están sólidamente financiadas con millonarias inversiones y en uso de moderna tecnología que permite alcanzar elevados índices de exportación.
Si los costos de producción en cualquier operación minera no están en relación directa a los presupuestos de gastos y se produce un desfase en el equilibrio por disminución de ingresos, casi con seguridad se soportará una reducción en la recuperación financiera que de acuerdo a la magnitud del proyecto puede influir en su sostenimiento.
Dadas las condiciones actuales en que se desarrolla la minería boliviana, con una serie de alteraciones "sociales" que la hacen insegura por el efecto de las situaciones que se plantean y las determinaciones del propio gobierno para encarar los conflictos entre mineros asalariados y cooperativistas o ambos con comunarios originarios, el panorama no es el mejor para garantizar excelentes beneficios como los que se pintan desde hace mucho tiempo atrás y sin embargo no alcanzan a concretar los buenos propósitos de estabilizar la actividad minera y garantizar su producción, exportación y rentabilidad.
Los precios internacionales de los minerales tienen casi similares efectos en los países productores, pero con sustanciales variables si se considera que la competencia en algunos casos permite exportar minerales con valor agregado y en otra instancia sólo concentrados, pero de alta ley, gracias a procedimientos de una tecnología que todavía no utiliza nuestra minería.
Bajo estas alternativas los sectores productivos de la minería boliviana están a la espera del contenido de normas que sigue demorado en su aprobación y que podría dar nuevas pautas para establecer con precisión las necesidades y las posibilidades de activar de manera general una minería tecnológicamente agresiva, financieramente segura y comercialmente competitiva.
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