Una histórica jornada se vivió en el Palacio de La Moneda, luego de que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, autorizara la primera tronadura de la mina de Chuquicamata subterránea, lo que marcó el inicio de operaciones bajo tierra del yacimiento de cobre más grande del mundo.
Mientras en Calama, el ministro de Minería, Hernán de Solminihac, y el presidente ejecutivo de Codelco, Thomas Keller, alistaron la detonación; en el salón Montt Varas, el Jefe de Estado recordó que "hace exactamente 97 años, desde esta misma Moneda, el presidente Ramón Barros Luco inició la explotación de la mina a rajo abierto de Chuquicamata". Y añadió que "durante estos 97 años, Chuquicamata ha sido una permanente fuente de riqueza y de oportunidades para nuestro país".
En esa línea, indicó que con el próximo término de las operaciones a rajo abierto de Chuquicamata y la entrada en operaciones bajo tierra, "Chuquicamata junto con El Teniente, van a ser las dos minas subterráneas más grandes del mundo, con lo cual se proyecta una tradición y una vocación minera muy fuerte de Chile hacia el futuro".
El Mandatario aprovechó la instancia para "felicitar al presidente, al directorio, a los ejecutivos y a los trabajadores de Codelco, porque han demostrado una y mil veces su capacidad de reinventarse para seguir manteniendo a Chile como un país con un tremendo liderazgo y que marca la ruta en el mundo de la minería".
La mina Chuquicamata Subterránea estará en operaciones en 2018 y producirá 140.000 toneladas de mineral por día (tpd), lo que significará una producción anual de 340.000 toneladas de cobre fino y más de 18.000 toneladas de molibdeno fino.
El proyecto consiste en la transformación del rajo abierto más grande del mundo en una operación subterránea gigante, moderna y eficiente, que permitirá explotar parte de los recursos que quedarán bajo el actual yacimiento. Ello, por cuanto la mina a cielo abierto, tras haber entregado riqueza a Chile por casi 100 años, dejará de ser económicamente rentable dentro de la próxima década, principalmente por el aumento en los costos de transporte y el aumento en la relación estéril/mineral.
Aprovechando esta mirada hacia el futuro, el mandatario reiteró la invitación a la minera estatal para que se incorpore a la explotación de otros minerales. "Queremos invitar a Codelco a estudiar y analizar la posibilidad de incorporarse a la industria del litio. Codelco tiene yacimientos, pero prácticamente no tiene explotaciones. Y, sin duda, la industria del litio y la del potasio son industrias que tienen un gran futuro por delante".
En ese contexto, puntualizó que "Chile no puede dejar que esa industria, en la cual tenemos yacimientos gigantescos, quede simplemente bajo la tierra, porque no nos ponemos de acuerdo en la forma de explotarlos". Y agregó que "queremos abrir las puertas para que Chile se transforme no solamente en un líder del cobre, sino que también un líder en muchos otros minerales. Aprovechemos las ventajas y los recursos naturales que Dios quiso poner en nuestro subsuelo, en beneficio de todos los chilenos".
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