El ministro de Minería, Mario Virreira, afirmó que se trata de tantalita.
Los técnicos del Instituto Boliviano de Tecnología Nuclear (IBTEN) y el Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) analizan el mineral de tantalio y uranio secuestrado el martes en un inmueble en la zona de Sopocachi para determinar el grado de radioactividad y otros elementos químicos que podrían contener, informó Mario Virreira, ministro de Minería.
El informe -de acuerdo con especialistas- será conocido en tres meses, tiempo que se requiere para procesar el mineral que estaba almacenado en el sótano de un inmueble, acotó Virreira.
La autoridad reiteró que el tantalio contiene un bajo nivel de uranio y que suele extraerse del mineral denominado como tantalita.
“A simple vista, preliminarmente, se ha señalado que es un mineral de tantalita que contiene trazas muy bajas de uranio”.
MINA COTAJE. En tanto Héctor Córdova, presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), manifestó que “nuestro país no produce uranio, hubo un momento en el que se intentó explotar el mineral en la mina de Cotaje, pero fracasó”.
Córdova explicó que en la veta de Cotaje, próxima al municipio de Coroma en Potosí, se obtuvo una cierta cantidad del queque amarillo (yellow cake) de uranio, pero la producción no alcanzó una cantidad comerciable y se cerró por la pobreza del yacimiento y los elevados costos operativos.
SANCIONES. El presidente de la Comibol aclaró que este mineral “no es radiactivo” y que el tantalio, de color azul grisáceo, es utilizado en la fabricación de condensadores electrolíticos de teléfonos móviles, GPS, televisores de plasma, y otros equipos electrónicos.
Declaró que la empresa que se dedicaba a la comercialización del mineral hallado sería sancionada por no contar con un ambiente especial para su almacenaje.
“No se puede almacenar ningún mineral en radio urbano, se debe tener cuidado con el agua, el aire y otros aspectos técnicos. Si la empresa o los responsables no cumplieron con las normas serán sancionados”.
Córdova declaró que el Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) realiza también las indagaciones de este hecho para determinar las sanciones administrativas.
ALTO SEGÜENCOMA. Las dos toneladas de mineral de tantalio y uranio halladas el martes después del mediodía por el Grupo de Investigación de Casos Especiales (GICE), fueron trasladas a un depósito en Alto Següencoma, afirmó el fiscal Javier Monsaterios, quien investiga el caso.
El valor del mineral que inicialmente fue valuado por el ministro Carlos Romero en 50 millones de dólares, no fue revisado y las autoridades en minería afirmaron que dicho monto no sería real por el nivel de uranio que contiene el mineral secuestrado.
Investigación. De acuerdo con la Policía, la intervención se realizó después de un mes de investigación previa.
Uno de los oficiales que participó en el operativo manifestó que el mineral estaba siendo negociado con una empresa extranjera cuando intervinieron la casa.
El fiscal manifestó que se realizaron otros allanamientos pero no se hallaron mayores indicios sobre la comecialización del yellow cake, nombre con el que el material secuestrado en la céntrica zona de Sopocachi era ofertado.
10 bolsas de yute con mineral fueron entregadas a Sergeotecmin para que sea analizado.
La fiscalía pide la detención preventiva. El fiscal Javier Monasterios, que investiga el hallazgo de las dos toneladas de mineral en Sopocachi, imputó a los seis sopechosos capturados el martes por el delito de atentados contra la salud. Además, solicitó la detención preventiva del responsable y el arresto domiciliario para los otros cinco.
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