Un nuevo deslizamiento ocasionó un hundimiento de 38 centímetros en la cúspide del Cerro Rico de Potosí, patrimonio de la Humanidad. El Ministerio de Minería inspeccionó la zona el fin de semana y se espera que hoy presente un informe que podría consignar, entre otras acciones, la paralización de las operaciones mineras.
Desde hace años, el emblemático cerro Sumaj Orcko –que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad- sufre deslizamientos a causa de las operaciones mineras que no cesan desde hace más de 500 años. En enero de 2011, la situación llegó a niveles alarmantes cuando se registró una grieta de 17 metros de ancho por 22 metros de profundidad en la cima de la montaña emblemática de la Villa Imperial. Actualmente, más de 15.000 mineros los continúan explotando las entrañas del Cerro pese a que están alertados de que su vida está en riesgo.
El 8 de agosto fue presentado el estudio geotécnico y de estabilización del Cerro Rico de Potosí, que arrojó resultados preocupantes. “El estudio ha percibido que hay un trabajo que debe ser reglamentado, hay un trabajo que no se puede interrumpir, que hay daños muy severos en el cerro, que se han cometido; y los daños han nacido del trabajo de interior mina y han nacido también del trabajo de superficie”, informó el consultor de Eco Ingeniería S.A., René Espinoza; quien encabezó el trabajo encargado por Sergeotecmin.
“El Cerro Rico entero es una zona de riesgo”, alertó el especialista aunque aclaró que el estudio no recomienda explícitamente que se pare la explotación minera y establece que existe un sector donde se puede seguir trabajando, “considerando las condiciones de seguridad para la gente”.
Desde hace 500 años, el Sumaj Orcko es inagotable en plata. En las Venas abiertas de América Latina, el uruguayo Eduardo Galeano asegura que “hasta el siglo XIX, los conquistadores españoles extrajeron de las entrañas del Cerro Rico alrededor de 60.000 millones de toneladas de oro, suficiente para tender un puente entre la andina Potosí y Madrid (´). Con la plata, pavimentaron las calles de la ciudad minera de Potosí, abastecieron a la Europa renacentista y financiaron la expedición de la Armada Invencible española contra la Inglaterra de Isabel I, en 1588”.
El Cerro Rico de Potosí ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO. El 2011, el organismo internacional recomendó al Estado boliviano preservar la integridad de la histórica montaña a riesgo de que ingrese en la “lista negra” de sitiso patrimoniales en peligro.
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