Los líos legales y administrativos internos se acentúan en la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM). Las oficinas de la estatal permanecen precintadas en Puerto Suárez por orden judicial y los funcionarios se ven prácticamente imposibilitados de operar y fiscalizar el accionar de la firma india Jindal en sus labores de explotación del yacimiento de hierro Mutún. Dos trabajadores apenas se limitan a anotar la placa del camión y el peso de mineral transportado desde el yacimiento hasta Puerto Quijarro, pero no se controla la calidad, admiten fuentes de la misma ESM.
Una verdadera fiscalización consiste en hacer cumplir la explotación del 70-30%. Es decir, 70% del mineral secundario y un 30% del mineral primario, además de controlar el daño ambiental, lo que no se cumple.
El problema obedece al conflicto interno que vive la estatal. Denuncias de corrupción, malos manejos administrativos e incluso una supuesta ‘estafa’ por la venta de minerales de la ESM a empresas extranjeras ocasionan que la fiscalización a la Jindal sea casi nula.
Tal situación preocupa a dos directores de la ESM, Ignacio Barbery y Hugo Sosa, que piden al presidente de la entidad, Sergio Alandia, la convocatoria de una reunión.
Empero, el directorio no fue convocado hace tres meses. Alandia no pudo ser contactado y desde la anterior semana está con evasivas.
El fiscal que lleva el caso, Javier Cordero, informó de que alista un cronograma para convocar a Alandia y a algunos directores.
Por su parte, el gerente general de Jindal, Jaime Valencia, lamentó que la ESM pase por una crisis institucional ajena al proyecto. Aclaró que ello no significa que la ESM haya perdido su función de fiscalización. La empresa ya colocó 10.000 toneladas de hierro a Acepar de Paraguay lo que redundará en regalías para el país. EL DEBER envió cuestionarios a YPFB y al Ministerio de Minería pero no obtuvo respuestas.
La firma india exige gas para la termoeléctrica
La empresa india Jindal exigió al Gobierno la provisión de gas natural para encarar su proyecto en el mediano plazo.
Según un alto ejecutivo de la compañía, el ministro de Hidrocarburos recibió la información referente a los requerimientos de gas, lo que ha sido analizado con YPFB. Jindal requiere 6 MMm3/d, para una fundición y para la generación de energía. El nivel de consumo significará 500 megawatios, es decir, el 50% del consumo nacional. El funcionario exteriorizó su sorpresa por la declaración del ministro del sector, José Luis Gutiérrez, que en días anteriores pidió el retiro de la compañía.
Hasta la fecha la compañía invirtió $us 300 millones en el país. Por su lado, YPFB aún no garantizó los requerimientos de volúmenes de gas para la planta de la siderúrgica.
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