Dos enormes camiones irrumpieron en territorio orureño y avanzaron hasta las instalaciones de la Empresa Metalúrgica de Vinto, donde está propiamente la base del gigantesco Horno Ausmelt que debe ser instalado para mejorar la capacidad de producción de la primera fundición boliviana, el Complejo Metalúrgico de Vinto – Oruro.
Un equipo gigantesco que comenzó su viaje en Santa Cruz y atravesó por muchos poblados del oriente, valle y altiplano, despertando la curiosidad y el interés de centenares de bolivianos, llegó a su destino final y ponerlo en condiciones de operabilidad demandará un determinado tiempo y la participación de personal especializado para "levantar" la estructura metálica del horno en sí que por sus dimensiones obligó a una serie de operaciones en la ruta y producirá intensa actividad para quedar en condiciones de operación antes de que concluya la presente gestión.
La necesidad de encarar una modernización de la metalúrgica implica que desde su creación y el sostenimiento de su tradicional sistema que pese a las limitaciones propias de la tecnología proporcionó grandes satisfacciones a la economía nacional, ahora incursionará en una fase de ampliación y diversificación de su producción para entrar ofensivamente al mercado mundial de las fundiciones y colocarse competitivamente frente a las más grandes que operan especialmente en el mercado asiático allí donde todavía alimentamos con nuestros concentrados como simple materia prima.
El experimento comenzará a fines de la presente gestión cuando el monstruo de la fundición, el nuevo Horno Ausmelt, sea puesto a prueba para encarar el incremento de la producción de estaño fundido que hasta el presente significa un parámetro más o menos regular de doce mil toneladas de estaño al año y que con el Ausmelt deberá incrementarse –en una primera fase– por lo menos a las 20 mil toneladas finas en el mismo tiempo, pero existe la previsión de que el gigante equipo servirá también para diversificar el trabajo metalúrgico y crear condiciones propicias para el plan de industrialización de nuestra minería.
Se trata de un avance interesante pero que obliga a estructurar una serie de previsiones para que el enorme horno pueda satisfacer su demanda de concentrados y alcanzar su máximo rendimiento. Esto quiere decir que también debe mejorarse los índices de producción en Huanuni y otras minas que cubran la mayor demanda de concentrados. De eso se trata, una perfecta cadena productiva.
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