En un periodo relativamente corto se ha producido una serie de variantes que se relacionan directamente con los índices de producción de minerales y su comercialización en los mercados internacionales en función a los precios vigentes y las expectativas comerciales de los productores.
Un registro estadístico del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) respecto a las variables de precios y volúmenes de producción señala que entre enero y mayo del año en curso se registró una caída en producción considerada muy significativa, aunque los ingresos en ese mismo periodo tuvieron un crecimiento mayor al 45 por ciento.
Ese fenómeno que persiste desde entonces (mayo) y se agudizó con cierta preocupación en los últimos días, estaría ocasionando una distorsión en la perspectiva productiva, que en realidad no se incrementa porque lo poco que se vende cubre las expectativas de los productores conformándose de momento con la recuperación de sus gastos de producción.
Dadas las características de este hecho que se presenta en materia de la producción minera por lo menos en niveles de gobierno se minimiza lo que concierne a la disminución de los volúmenes de producción, sin que esto quiera decir que hay descuido en un seguimiento de las ventas de minerales a los mercados externos, que dicho sea de paso, bajaron considerablemente en los últimos meses pero manteniendo un parámetro de recuperación económica más o menos aceptable en la coyuntura actual.
Un repaso en torno al movimiento de precios muestra que el estaño alcanzó un precio récord y luego entró en una curva descendente, preocupante pero sostenible, mientras se mantenga entre un registro crítico de 7 a 10 $us, la LF.
El caso del hierro implica reconocer que de momento sólo se venderá la materia prima en tanto pueda encararse seriamente el proyecto siderúrgico para convertir ese mineral en acero.
La plata es otro mineral que sufrió también una baja en las exportaciones, pero debido a problemas sociales que se presentaron en la Mina San Cristóbal, la principal productora de plata, plomo y zinc, con una pérdida diaria cuantiosa.
LA OTRA CARA
Está claro que la variable en los precios de minerales y los volúmenes de producción no responden todavía a planes de expansión, pues la inseguridad en la variante de las cotizaciones influye poderosamente en las decisiones de los productores que prefieren "guardar" concentrados en tanto puedan sostener sus operaciones con lo recaudado al precio vigente.
El asunto se presenta con ciertas características especiales, por ejemplo es necesario señalar que si bien bajaron los volúmenes de exportación, ocurrió todo lo contrario con el rubro de ingresos y sólo tomando como ejemplo el periodo de evaluación de los cinco primeros meses de este año, que registra un crecimiento de 45% exportable al haber pasado de 960 millones de dólares a 1.393.3 millones de $us.
Este hecho connotativo en la producción minera y los precios internacionales de los minerales hacen pensar –a los expertos– que en lo que resta del año, un último trimestre, las exportaciones de minerales podrían fácilmente superar los 3 mil millones de dólares, lo que significaría superar la recaudación del gas que hasta el presente se consideraba la más importante para el suministro de divisas a favor del Erario Nacional.
Se trata de hechos especiales que se registran en la denominada "matriz productiva" del país y que por efecto de condiciones variables puede producir cambios especiales en la generación de recursos del TGN, que con mayor producción minera garantizaría junto a los impuestos de hidrocarburos la seguridad financiera nacional.
PRIORIDADES
Establecer las prioridades es justamente lo que no se toma en cuenta para asegurar un flujo seguro de ingresos nacionales entendiendo los cambios que por ser dinámicos aunque coyunturales, merecen tratamiento especial en los más altos niveles, donde las decisiones deben afrontarse responsablemente entendiendo que las mismas deben simultáneamente convertirse en políticas de orden financiero, tomando en cuenta el valor de la generación no sólo de recursos económicos sino también de beneficio social.
Indudablemente el análisis concreto de los beneficios que produce la minería no puede ignorar el factor de orden social por la generación de miles de empleos seguros directos y el factor multiplicador familiar, además de la diversificación de servicios conexos que tienen que ver con comercio afín a la minería alimentos, ropa, y servicios como transporte y otros, que no son parte regular de la producción de hidrocarburos.
Fuera de algunas otras referencias del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) sobre este delicado tema es interesante tomar en cuenta la apreciación sindical en torno al sistema financiero y el aporte económico de la minería cuando desde la Fstmb uno de sus principales dirigentes apunta que "la caída en la producción y exportación de minerales se debe a la falta de garantías y seguridad jurídica en el país para que se realicen inversiones, poniendo como ejemplo el hecho de que en los últimos años, la única inversión importante en minería es la que efectuó la Minera San Cristóbal y con una serie de problemas la Jindal en el Mutún, desde entonces no hay otras.
Para impulsar la corriente que surge actualmente a favor de la minería hace falta políticas muy claras que deben incorporarse en la nueva Ley Minera para generar una inmediata y verdadera "reactivación de la minería boliviana", comenzando por la disposición de invertir en exploraciones y prospecciones para habilitar nuevos yacimientos mineros, veta segura para la economía nacional.
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