Producción de zinc se triplica, pero no repunta en su valor

Actualmente la cotización del zinc es de $us1, 11; del plomo es de $us1,22, pero el oro repunta en más de $us1.700 la onza troy.

En los últimos años la producción de Zinc se triplicó, pero el precio sigue siendo bajo, a pesar del contexto externo que favorece al valor de las exportaciones tradicionales, sobre todo de la minería, que llevó al metal dorando a repuntar en su cotización a más $us1.700 la onza troy.
En un reportaje realizado por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), publicado en la revista “Petróleo y gas”, sostiene que el Zinc es “la nueva estrella” de la minería del país por el crecimiento de la producción impulsado por los precios internacionales.
PRODUCCIÓN -EXPORTACIÓN
En 2010 las exportaciones bolivianas de zinc alcanzaron una cifra récord de $us 887,2 millones, por encima de la plata que registró $us 797,2 millones, del estaño, que aportó $us 352 millones y del plomo, que también tuvo un importante crecimiento, en el orden de los $us 156,7 millones, señala Petróleo y Gas.
En 2010 el zinc aportó con el 80% de la producción total de minerales, que junto al gas y la plata es el trío que sostiene a Bolivia con más del 70% de las exportaciones.
La revista, que edita la CBHE, da estas referencias para llamar al zinc “la nueva estrella” de la minería boliviana, gracias al crecimiento de la producción, primordialmente al proyecto privado San Cristóbal, cuyas obras se iniciaron en el año 2000.
“De hecho, el total de la producción de zinc viene de ésta minera japonesa. Y si bien el crecimiento de la minería fue notable, nuestra realidad está lejos de acercarse al enorme desarrollo de la minería de nuestros vecinos con similar vocación: Chile y Perú. Nuestro país necesitaría al menos 10 San Cristóbal más, para asemejar los niveles de producción e imaginar las billonarias inversiones que se vienen desarrollando especialmente en el Perú”, señala la revista “Petróleo y Gas”.
Entre 1990 y 1995, la producción minera se mantuvo por debajo de las 200 mil toneladas métricas anuales (tm), habiendo alcanzado sus picos máximos en 1997 y 2005, con 193,2 y 195,7mil tm, respectivamente.
Los niveles más bajos fueron en 1990 y 1994 con 152,1 y 144,5 mil tm producidas, es decir, que por lo general la producción nacional de minerales a lo largo del período no se desvió significativamente de un promedio de 175,7 mil tm.
Sin embargo, a partir de 2006 la producción minera experimentó un salto cualitativo, pasando de las 195,7 de 2005 a un pico de 541,5 mil tm anuales en 2009, lo que representa un sorprendente crecimiento de más del 175% en un lapso de cuatro años.
En un amplio reportaje, la revista destaca que el actual ‘boom’ de la minería tiene su impulsor llamado precio, el mismo que se fija y transa lejos de nuestras fronteras. Las exportaciones mineras se situaron en $us 2.388,7 millones en 2010, significativamente por encima de su anterior pico de $us 1.938 millones registrados en 2008.
VALOR
No obstante a pesar de haberse triplicado la producción de zinc, y de las extraordinarias condiciones externas de demanda de precios de exportación que beneficiaron de manera similar a todos los minerales, el desempeño de los productos específicos no logró responder en iguales condiciones.
Por el contrario, fue mayor la producción de plomo y zinc cuyas cotizaciones internacionales no lograron los mayores niveles en términos relativos como el oro, estaño y plata, cobre y otros metales, que lograron mantener un valor alto en el contexto internacional, siendo en promedio hasta el 2010 106% y el 155% por encima de las registradas hace cinco años.
Actualmente la cotización del zinc es de $us1,11, del plomo es de $us1,22, pero el oro repunta en más de $us1.700 la onza troy.
Sin embargo, a pesar de este repunte de la minería, Bolivia ha recaído -en solo una década- en su condición de país primordialmente exportador de materias primas dependientes de las fluctuaciones de la demanda y de los precios internacionales, cuando la estructura de sus exportaciones hace 10 años se encontraba prácticamente equilibrada entre productos no tradicionales, exportaciones agrícolas y de manufacturas, por una parte, y de minerales e hidrocarburos, por otra, indica la revista Petróleo y Gas de la CBHE.

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