Resulta rescatable para el conjunto de autoridades del área económica saber que países potencialmente interesados en cooperar con proyectos bolivianos sugieren de manera directa que el país "se abra a las inversiones privadas".
El gobierno británico a través de su ministro para América Latina, Jeremy Browne, hizo saber la intención de inversionistas ingleses que esperan tener señales muy concretas de seguridad para disponer transferencia de capitales para impulsar proyectos estratégicos de desarrollo nacional. El planteamiento sugiere medidas que aseguren las inversiones para que las mismas no corran riesgos excesivos.
El ministro británico apuntó que "un país como Bolivia se beneficia muchísimo de las inversiones que ingresan al país, que generan dinero que se pueda utilizar en más servicios para la población"
Se sabe por cuenta separada que existe igual interés en gobiernos como los de Japón, China, Corea, Finlandia y el caso de Brasil y Venezuela que también tienen mucho interés en invertir específicamente en el proyecto del litio, pero igual que los ingleses están a la espera de conocer reglas de juego muy claras que signifiquen garantías y seguridad jurídica para respaldar las inversiones y facilitar inclusive la transferencia de experiencia y tecnología en los grandes emprendimientos industriales del futuro inmediato, con la materia prima de litio.
Los ingleses si bien están interesados en invertir en exploración gasífera y en la implementación de industrias generadoras de energía, no hay que olvidar que entre los grandes proyectos mineros que necesitan justamente de esos elementos, están el Mutún y seguramente estará en demanda de energéticos el proyecto del litio.
Es urgente que en nuestro país se defina la política productiva, para viabilizar el acceso de capitales que podrán ser inyectados a los grandes proyectos de la producción nacional. Las exigencias mínimas son precisas, seguridad jurídica y adecuadas garantías. Es lo que el gobierno debe incorporar, por ejemplo en la nueva ley de minera.
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