Los reportes internacionales sobre cotización de minerales en las últimas 48 horas han desatado enorme preocupación entre los principales productores de minerales, especialmente el estaño que se explota en mayor proporción en la mina de Huanuni que actualmente emplea a cinco mil trabajadores y puede confrontar serios problemas de financiamiento si el precio del mineral se cotizara por debajo de los 10 dólares la libra fina (LF).
Las causas son producto de la crisis mundial que en el último tiempo se concentró en la economía de Norteamérica el coloso que pese a una transacción política forzada, no puede solucionar su problema crediticio que agobia con fuerza su solvencia y cuya repercusión no se deja esperar en el resto de las economías que como la nuestra es dependiente de aquella, sintiendo sus efectos con extremada dureza si se dan cambios sustanciales, como en el caso de las cotizaciones de compra en materias primas y entre estas las que nutren las industrias, tal el caso de los minerales.
Según información oficial del Ministerio de Minería y Metalurgia que se rige en los datos de la Bolsa de Metales de Londres, ha verificado la abrupta caída en el precio del estaño, el plomo, el zinc y el cobre justamente los que en el último periodo permitían lograr buenos ingresos por su exportación. En el caso del estaño (Sn) su valor es el más bajo en lo que corresponde al registro de septiembre del 2010. La última cotización alcanzó a $us. 10,78 LF.
El gran problema de la minería estatal es que las circunstancias podrían afectar las fuentes de empleo en el caso especial de Huanuni, donde 5 mil trabajadores y sus familias dependen de la cotización del estaño, conocido como el "metal del diablo".
El efecto puede desatar una cadena de problemas, justamente ahora que se perfilan proyectos importantes como la instalación de un nuevo ingenio para mejorar la ley del mineral, una posible reducción de personal, pero no sólo en la mina, el efecto de esa variable financiera internacional tocaría también a la fundición de Vinto que se nutre para sus operaciones de los concentrados de Huanuni que disminuirían ostensiblemente.
El efecto general es indudablemente el más preocupante porque restringirá los planes de desarrollo que, aunque no se reconoce en el ámbito financiero, son impulsados por los ingresos que genera la minería y que disminuirán en el presupuesto general.
A nivel nacional el Gobierno formuló un llamado a proteger la economía ante la crisis financiera de EE.UU. Para contrarrestar esos efectos que pueden ser devastadores se mencionó ya la necesidad urgente de aplicar medidas especiales, como generar un cambio productivo, controlar el mercado interno, mantener la política del gasto público e incentivar la apreciación del boliviano
En lo específico en Huanuni la medida de emergencia contempla un plan de ejecución inmediata para mejorar la producción de estaño como una forma de enfrentar el descenso en el precio del mineral.
Mientras que en las cooperativas la situación es más dramática, pues con una cotización por debajo de $us. 10 LF, varios distritos tendrían que optar por el cierre de operaciones.
Algo que alienta es que la economía mundial no puede ser afectada en todo su contexto por el problema de una potencia, por lo que se espera reacciones especiales en Europa y en los países asiáticos para contrarrestar los efectos de una crisis que deberá ser temporal, aunque sus efectos se sentirán de diferente modo en varias transacciones en el mundo entero.
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