El Estado retoma la actividad minera con la ejecución de varios grandes proyectos, algunos ya en ejecución, tras 25 años de haberse alejado de esa actividad que durante siglos caracterizó al país. Los altos precios de los minerales en el mercado internacional impulsan la decisión estatal que aún tiene una participación mínima en las exportaciones mineras que el año pasado alcanzaron el récord de 2.500 millones de dólares.
El viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico, Héctor Córdova, anunció que los altos precios de los minerales hacen prever que este año Bolivia romperá un nuevo récord en exportaciones con por los menos 3.000 millones de dólares.
Dijo que es un periodo extraordinario el que está viviendo la minería no sólo en el país, desde hace algunos años. “Hay un resurgir del sector con un alza impresionante de los precios internacionales”, señaló.
Explicó que en el caso de Bolivia están el estaño, la plata, el cobre, el oro y el zinc que han repuntado de una manera que sobrepasa todas las expectativas. “El año pasado Bolivia exportó minerales por valor de más de 2.500 millones de dólares, lo que no hacía nunca. Esto significa para el Estado y las regiones buenos ingresos”.
El viceministro dijo que se trata de cientos de millones de dólares que ingresan a los municipios, gobernaciones y el Tesoro General de la Nación por impuestos y regalías. “El Estado ha reaccionado favorablemente en función de este contexto. Sabemos que el negocio verdadero de la minería está cuando no se vende sólo concentrados de minerales, sino cuando se pasa a la etapa de extracción de metales. Se venden metales y mejor si se les da valor agregado”.
“Estamos consolidando poco a poco esta etapa de industrialización que nos permitirá incrementar nuestros ingresos y estar menos sujetos al vaivén de los precios internacionales”, añadió.
Córdova explicó que se trata de una “reacción rápida del Estado, pese a que el Estado es como un transatlántico que cuando lo haces cambiar de rumbo tarda mucho en enderezarse. Estamos tratando de aprovechar la circunstancia de los precios internacionales para que los excedentes que genera la minería permitan financiar el desarrollo del país”.
Recordó que hace 25 años se sufrió una reducción muy fuerte del precio de los minerales lo que provocó una caída de las exportaciones. “Cuando empezó a subir el precio internacional de los metales empezamos a subir nuestras exportaciones. El año 2009 sobrepasamos los 2.000 millones, el año pasado llegamos a los 2.500 millones y para este año prevemos una situación extraordinaria”.
Córdova agregó que el año pasado la libra fina de estaño fluctuó entre los 8 y 9 dólares y este año empezó con una cotización de 14 dólares por libra fina. La plata, a mediados del año pasado sobrepasó los 30 dólares y durante el año tuvo un promedio de 20 dólares, en tanto que este año está en 33 dólares. El oro se mantiene en 1.400 dólares la onza, el zinc está por encima de 1.2 dólares y el plomo por encima de 1.3 dólares la libra fina. “Si se mantienen estos precios internacionales podemos pensar que 3.000 millones de dólares de exportación es una cifra razonable para este año”.
La mayor parte de las exportaciones corresponden al sector privado. Sólo la empresa minera San Cristóbal, en Potosí, administrada por un consorcio japonés, exportó el año pasado casi mil millones de dólares, lo que significa casi la mitad del total de las exportaciones mineras.
“Como Estado vemos la necesidad de contar con capital y tecnología privada y extranjera porque en más de 20 años de administración neoliberal de la minería en Bolivia se han mermado las capacidades del Estado, particularmente en el tema de recursos humanos. Si vemos los registros de las universidades, en el periodo 85 al 2005 prácticamente no hay un estudiante inscrito en las carreras de Minas, Geología y Metalurgia. Ha sido un periodo terrible para nuestro principal capital, el recurso humano”, señaló el viceministro.
“La minería privada ha accedido a los mejores yacimientos del país. La normativa, la legislación les da derechos, los respetamos, pero crea un cierto desequilibrio y queremos restablecerlo a través de un nuevo marco normativo que respete los derechos adquiridos, pero también permita al Estado desarrollar su propia minería”, agregó.
“Respetamos los derechos adquiridos por los empresarios privados, los vamos a mantener dentro de la nueva estructura normativa que va a manejar el país, pero queremos que el Estado tenga más oportunidades porque, de esa manera, se tiene mayor control sobre los excedentes y la riqueza mineral”, enfatizó.
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