La minería en todo los subsectores que la componen están pendientes de la aprobación de la Ley Minera, instrumento que puede impulsar al sector o contrariamente debilitarlo peligrosamente
Hay una serie de elementos que generan incertidumbre entre los empresarios mineros (privados) y también entre los cooperativistas y los asalariados, todos esperando que en los días venideros puedan exponer sus puntos de vista, hacer conocer sus propuestas y al mismo tiempo sus observaciones de modo tal que al final de un diálogo abierto con las autoridades gubernamentales se puedan consensuar criterios y se alcance la aprobación preliminar de un instrumento que impulse el desarrollo de la industria minera y la coloque en nivel de absoluta competitividad frente a la gran minería de la región.
En el último tiempo se publican informes alentadores sobre las perspectivas de la minería nacional, cifras que distribuye el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) mostrando los avances cuantitativos de la producción minera, de manera especial en el sector estatal, caso de la Empresa Huanuni, donde se instalará un moderno ingenio, o la Fundición de Vinto que mejorará el total de su producción con nueva tecnología del Horno Ausmelt, la inversión para que se ponga en marcha Karachipampa y otros proyectos en ejecución para incrementar la producción de cobre y zinc.
La ley que se apruebe en cuestión de días más, tiene que consignar también una definición estratégica muy clara para mejorar las condiciones de trabajo extractivo de hierro en el Mutún, la consolidación de las plantas pilotos en Uyuni y Coipasa para explotar el litio y en ambos casos propender a la fase más importante de la industrialización tanto del hierro del Mutún para exportar acero y en cuanto a los salares, terminar en el eslabón de una larga cadena de procesos que confluyan en la industrialización del litio para la fabricación no sólo de baterías de energía, sino de vehículos eléctricos producidos con las tecnologías extranjeras, pero con sello boliviano.
EMPRENDIMIENTOS
Para encarar nuevos emprendimientos, se hace necesario un respaldo de seguridad jurídica, de garantías a las inversiones, por una parte, pero al mismo tiempo, incentivos internos en materia tributaria y en la concesión financiera adecuada que permitan a sectores como la Minería Chica o la mediana encarar nuevas tareas de exploración, explotación y exportación de minerales.
Hay prospectos interesantes en el sector privado, pero faltan capitales para mover esos proyectos. Los mineros chicos reclaman equidad y trato similar al que se otorga a las cooperativas mineras, justificando el pedido bajo el respaldo de sus operaciones permanentes, el sostenimiento de fuentes de empleo y las perspectivas de crecimiento en la medida que puedan lograr un apoyo crediticio que financie sus operaciones y proporcione utilidades para las empresas y por supuesto para el Estado y las regiones.
ASUNTO TRIBUTARIO
Los datos más seguros señalan que el aspecto tributario minero se rige por la ley 843 que determina que el Estado participa de la renta minera mediante impuestos directos, entre estos el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) y las regalías que favorecen al Erario, a gobernaciones y los municipios.
Investigaciones sobre el tema, como uno realizado por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) y la Embajada de los Países Bajos, señalan que - por lo menos – el 50 por ciento (utilidades) se queda en las empresas, las utilidades salen del país y por tanto se dificulta la generación de excedentes.
Sin embargo el estudio no avanzó en la concreción de sus objetivos debido a la falta de información "fehaciente", la ausencia de datos y la reserva con que se manejan los sistemas administrativos de las empresas privadas mineras y de manera casi similar en las estatales, donde tampoco se tiene la contabilidad abierta, se entiende por razones de seguridad y estrategia.
Bajo esas condiciones en que se pretendía medir la generación, distribución y uso del excedente de las rentas mineras, simplemente se alcanzaron datos preliminares que no establecen parámetros fijos y concluyentes para afirmar los datos porcentuales de ganancias y paralelamente debieron obtenerse también las cifras sobre obligaciones como salarios, costos de operación, materiales, obligaciones tributarias y otros "insumos" propios de cualquier emprendimiento empresarial, con variantes especiales si se trata de la minería.
Esas variantes resultan determinantes cuando deben calcularse los réditos y las obligaciones, pues el vaivén en la vigencia de precios internacionales no permite sostener sin cambios un costo de operaciones mineras. Ejemplos de años anteriores muestran por ejemplo beneficios positivos entre el 2003 al 2008, gracias al registro de precios internacionales… pero caen las cifras en parte del 2008 y todo el 2009, por el efecto inverso con descenso de precios en los mercados internacionales debido a la crisis financiera mundial.
En la actualidad se vive un periodo coyuntural de buenos precios, con variantes poco significativas en altas y bajas, lo que permite avizorar por cierto tiempo más un periodo de bonanza minera, que ojala fuese aprovechado de manera general con incentivos al sector minero estatal, el privado y las cooperativas, de modo que la minería en conjunto fortalezca la economía nacional y de las regiones mineras en particular.
Hay expectativa por el tratamiento de la Ley Minera y el anuncio más próximo a esas tareas señala que en este primer semestre será posible alcanzar el consenso necesario para aprobar la normativa que favorezca a la futura labor de los industriales mineros del país.
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