En cuestión de 20 días se observa un interesante movimiento de ejecutivos del gobierno nacional, en pos de tentar a inversionistas externos, lo interesante es que la tentativa negociadora se produjo en países asiáticos, el caso de Corea del Sur y luego el Japón.
Para ir ordenadamente, casi a fines de marzo una misión boliviana encabezada por el ministro de Planificación del Desarrollo, René Orellana además del director ejecutivo del BID, Hernando Larrazábal y la jefa de la Unidad de Financiamiento Externo Operacional en Bolivia, Stephanie Bellot estuvieron en la ciudad de Seúl (Corea del Sur) desarrollando un programa de promoción de la economía boliviana buscando a inversionistas que deseen participar en proyectos estratégicos del Estado boliviano.
La misión boliviana presentó ante ejecutivos de grandes empresas y medios de comunicación coreanos, la estrategia boliviana para desarrollar proyectos de envergadura en los que pueden incluirse inversiones coreanas para impulsar principalmente proyectos relacionados con los hidrocarburos y el gas, pero también con la minería, en ambos casos la explotación de los recursos naturales no renovables del país.
La respuesta empresarial se dejó sentir positivamente de acuerdo a los comentarios de los principales medios escritos como el Korean Times, Korea Post, Seúl Times y otros medios también televisivos que mostraron a Bolivia como una "potencia socio estratégica en América Latina y de interés para Corea del Sur".
La visita del ministro boliviano de planificación coincidió con su participación como Gobernador de Bolivia en la reunión anual del BID y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) que se desarrolló en la ciudad coreana de Busán los últimos días de marzo.
Por lo que se pudo percibir, es que existe marcado interés de sectores inversionistas coreanos, para entrar en negocios relacionados con los programas estratégicos que tiene el gobierno boliviano en pos de llegar a la industrialización sostenida de sus principales materias primas.
También por el Japón
En otro periplo sumamente importante, el Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera visitó Japón con la intención de profundizar una auspiciosa relación bilateral y de trabajo para acelerar la ejecución de inversiones niponas en nuestro país.
La reunión más importante se realizó con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, autoridad que mostró abierta voluntad para "avanzar en el acercamiento económico en áreas estratégicas con Bolivia".
La visita del vicemandatario boliviano al Japón, se produce en un momento muy especial por el que atraviesa la economía nacional, reconocida y considerada en el exterior como "una de las más fuertes de América Latina", aspecto reconocido también por los principales organismos financieros internacionales.
El alto emisario boliviano destacó la importancia de las relaciones comerciales a nivel internacional y el interés de consolidar proyectos de carácter económico con el Japón. García Linera se reunió también con el presidente de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica) para revisar la agenda que se ejecuta actualmente y que permitirá explorar mecanismos técnicos para acelerar inversiones niponas en proyectos de desarrollo colectivo. Se incluye entre otros el de la planta de energía geotérmica en Laguna Colorada, que sería la primera en Bolivia.
Con la Sumitomo
En materia de minería, que se considera muy importante, el Vicepresidente de Bolivia se reunió también con los representantes de la poderosa Corporación Comercial Sumitomo, propietaria de la minera San Cristóbal que opera en Potosí, considerada la más importante concesión del sector minero privado y cuya producción actualmente es la que genera más regalías y permite con parte de su producción alimentar a la Metalúrgica de Karachipampa.
En el marco de la reunión oficial, los ejecutivos de la Sumitomo, mostraron al vicemandatario, los planes que desarrollarán para mejorar su producción y reducir los costes de operaciones, afectados actualmente por la baja en el precio internacional de minerales.
De momento el gobierno boliviano, garantiza las inversiones y asegura que existe seguridad jurídica necesaria para las "buenas inversiones", calificada en ese rango la de mina San Cristóbal.
No se descarta que Japón también participe en el estratégico proyecto de la industrialización del litio, recordando que en el primer tiempo de la instalación de las plantas de experimentación en Uyuni, un grupo japonés ofreció sus servicios de asesoramiento y transferencia de tecnología.
Misiones van y vienen, se mueven en países cuya disposición múltiple puede favorecer al nuestro, lo que significa que se estaría dando un paso importante al abrir las opciones a las "buenas inversiones".
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