domingo, 4 de septiembre de 2011

Horno Ausmelt, un hito en la historia metalúrgica boliviana


Un viaje de 683 kilómetros iniciado el 15 de agosto, comienza a darle forma al sueño acuñado hace décadas, cuando ejecutivos y trabajadores de la metalúrgica de Vinto, emitían tímidos comentarios a fin de concretar una estructura que mejore la producción de lingotes de estaño. Ahora con la próxima llegada del denominado horno "Ausmelt", el anhelo orureño comienza a convertirse en realidad

El 9 de enero de 1971, fue creada la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF)y desde entonces su historia está marcada por distintos pasajes, incluso de carencia económica producto de la crisis en la cotización de los minerales en el mercado internacional, al extremo que en 1999 pasó a manos privadas de la inglesa RBG Resources (ex Allied Deals) y luego tras la quiebra de ésta, quedó en poder de la Glencore el 2005 que compró la metalúrgica y el 2007 producto de la política nacionalizadora del actual gobierno fue restituida a la administración estatal.

Esta empresa y el deseo de muchos comienza a mostrar la "luz al final del túnel" para concretar la construcción del horno Ausmelt, y así mejorar la fundición de estaño que en la actualidad es 12.000 toneladas métricas finas para la exportación por año siendo la previsión llegar a partir de agosto de 2012 a 30.000 toneladas por año, aumentando así la actual capacidad productiva, con lo que la metalúrgica orureña se convertiría en la sexta fundición más grande del mundo.

El horno Ausmelt es de tecnología australiana, y su fabricación está a cargo de profesionales bolivianos, para lo cual se requiere una inversión de 30 millones de dólares, financiados por el Gobierno, según información difundida por el Ministerio de Minería y Metalurgia.

Por declaración del ex gerente de la Empresa Metalúrgica de Vinto, Francisco Infantes, (LA PATRIA 8 de julio de 2009) esta nueva estructura posibilitará la reducción de los costos de operación hasta en un 25 por ciento. El horno trabajará con gas natural, carbón antracita para el proceso de reducción y otros elementos para este tipo de procesos en el tratamiento de los concentrados de estaño.

Ahora son 1.800 toneladas de fierro que se trasladan desde la empresa "Caballero Asociados" con sede en Santa Cruz, quienes tuvieron a su cargo la responsabilidad de fabricar dicha estructura, que según aseguran las autoridades de Gobierno, es de última tecnología. Son cinco camiones que forman parte de la primera caravana que desde el Oriente se desplaza al Occidente boliviano, aunque la previsión es utilizar por lo menos 200 motorizados de alta capacidad de transporte, para trasladar hasta Oruro el material de la nueva edificación, que por sus dimensiones incluso ocupa todo el ancho de vía de la carretera.

ESTRUCTURA

La estructura de casi 2.000 toneladas de acero, consistente en la construcción del edificio de 54 metros equivalente a 15 pisos, comparable a las edificaciones domiciliarias o comerciales, se estima que la nueva construcción para la metalúrgica será la más alta en Oruro.

El horno como tal tendrá una altura de 47 metros y funcionará a una temperatura de 1.500 grados, con el resguardo correspondiente y las garantías para el cuidado del medio ambiente.

Si bien este "monstruo de metal" se construye en Bolivia, ni un gramo del acero utilizado en su fabricación es de origen boliviano, razón por la que el ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, el día en que se embarcó el primer envió de la maquinaria desde Santa Cruz a Oruro, confesó la frustración gubernamental sobre el contrato firmado hace cuatro años con la Jindal para instalar la siderúrgica del Mutún.

"Yo tengo que decir que ni un kilo de éste acero es acero boliviano, seguimos importando las barras para hacer nuestra maquinaria, es decir que por delante tenemos un gran desafío para seguir industrializando el país. Hace cuatro años éste Gobierno impulsó un contrato con la empresa Jindal para dar paso al desarrollo de la siderurgia, han sido años de frustración, sin embargo todavía seguimos soñando que en Santa Cruz se hará la primera siderúrgica de nuestro país y con éste paso habremos entrado a la industria pesada que el pueblo boliviano está esperando desde hace tiempo", dijo Pimentel.

ALGO DE HISTORIA

Ya en 1987 el historiador y reconocida personalidad orureña, Josermo Murillo Vacarreza, en su obra: "Oruro: Estudio sociológico de la ciudad y su región altiplánica", hacía referencia que si bien Oruro tiene como su principal actividad la minería, ésta no constituye una verdadera "base económica" porque es meramente extractiva y no renovable, y cuyo margen de ganancias se capitaliza fuera de Bolivia o por lo menos fuera de Oruro, desde entonces la situación poco ha cambiado.

Con ese antecedente y recogiendo criterios de diferentes autoridades, la visión de revertir ésta situación está en la puesta en funcionamiento del horno Ausmelt, porque además se prevé adquirir mayor cantidad de mineral, al margen del principal proveedor como es la Empresa Minera Huanuni, recuperando la producción de empresas privadas o cooperativas mineras.

"La fundición de estaño no es una meta, como lo serán las demás fundiciones y plantas de mejoramiento de minerales: todas estas deben ser sólo parte de un plan que tenga sucesivas fases, cada una con crecientes beneficios económicos y sociales. Debemos advertir que la fundición (creada en 1971), no ha venido a Oruro como una inspiración privativa de un gobernante, o cómo la concepción espontánea de algún inspirado sector técnico. Ha sido la consecuencia histórica de una infatigable gestión iniciada hace más de 30 años, en lucha abierta con prejuicios, intereses foráneos, desconceptos de los propios nacionales…", escribió Murillo, en 1987.

El visionario ciudadano formuló una serie de estrategias, que podían y pueden aplicarse para mejorar la situación económica de la región. Entre ellas:

1. La supresión sucesiva de la exportación de minerales en bruto que como se sabe, están sujetos a alternativas violentas en sus cotizaciones en los mercados internacionales y que mantienen a Bolivia como un país meramente productor de materias primas.

2. Establecimiento de un complejo de fundiciones de minerales que se explotan en la región occidental, no sólo para exportar ésta materia prima ya refinada en lingotes, sino para elaborarlos en Bolivia hasta alcanzar su aprovechamiento y transformación industrial en forma total.

3. Murillo Vacarreza consideraba que incluso el asentamiento del conjunto de fundiciones, daría lugar a la industria metálica para transformar los lingotes de estaño, antimonio, cobre, plata wólfram, etc., en fábricas colaterales para elaborar hojalata, latón y aleaciones, además de fábricas de herramientas de accesorios y repuestos para vehículos, envases y carpintería metálica.

4. Estas actividades podrían dar lugar a la creación de industrias derivadas y tampoco desperdiciar los residuos que se generan producto de la actividad industrial del sector.

En 1987, la fundición de estaño en Vinto operaba con 2.000 trabajadores y por consiguiente 10.000 personas se favorecían directamente de su funcionamiento, aunque Murillo preveía que con la ampliación de la planta los trabajadores llegarían a 6.000.

Ahora y sin embargo tras el anuncio de la construcción del nuevo horno, los dirigentes de la metalúrgica de Vinto, manifestaron su preocupación, refiriendo que por ejemplo en Perú existen fundidoras más grandes que operan con 140 trabajadores, 360 menos en cantidad a los actuales 500 obreros de la estatal de Vinto.


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