viernes, 9 de septiembre de 2011

La minería confronta variados problemas por diferentes causas

La situación de la minería en el tiempo actual no es de las mejores y aunque el descenso en las cotizaciones internacionales causará serios perjuicios en el desarrollo de varios proyectos existe la esperanza de que el problema no se extienda por mucho tiempo y pueda recuperarse el ritmo productivo y con muy alentadoras perspectivas.

Sin embargo, no es posible vivir tan sólo de buenos deseos hay que adoptar medidas especiales, quizá temporales, antes de la aplicación de la nueva Ley Minera que demora en consensuar las propuestas de los sectores inmersos en la actividad minera, por tanto su socialización aún no ha cumplido los objetivos de encontrar coincidencias favorables a su futura aplicación. Lamentablemente las actuales condiciones financieras que rigen en el orden internacional tienen su efecto demoledor en sistemas productivos como la minería y que en el caso nuestro significa uno de los principales generadores de divisas para el Erario Nacional y de regalías e impuestos que favorecen a las regiones.

Dadas estas condiciones vigentes, y sin saberse el tiempo que pueda durar la dificultosa situación, amerita una decisión del Poder Ejecutivo para paliar los perjudiciales efectos de una disminución de ingresos al rebajar los volúmenes de producción, aumentar los costos de producción y con seguridad bajar también las cantidades de exportación, problemas que sumados uno tras otro configuran un panorama poco alentador para impulsar la minería.

LAS FUENTES DE EMPLEO

Como si no fuera suficiente tener que planificar una disminución en el ritmo de la producción minera en forma general, hay que pensar en otro factor adverso como el relacionado con el sostenimiento de miles de empleos que en la actualidad representan la seguridad social más importante para más de 10 mil trabajadores asalariados dependientes de la minería mediana, otros 5 mil sólo en la estatal de Huanuni y un número no definido pero superior a unos 50 mil que viven de la minería agrupados en cooperativas productivas, falta agregar a los trabajadores de la minería chica y a los metalurgistas con lo que muy fácilmente se puede hablar de unas cien mil fuentes laborales que se ponen en peligro si el efecto de la crisis en EE.UU. persiste por mucho tiempo y las cotizaciones de los minerales descienden más de lo previsto.

El problema no es sencillamente del número de trabajadores, el asunto tiene un factor multiplicador por familias lo que muestra realmente la parte dramática de un problema que debe ser asistido de inmediato y con características de una verdadera emergencia.

Son los propios dirigentes mineros que lamentan la posición gubernamental que "no supo aprovechar el tiempo de bonanza con excelentes precios para la mayoría de los minerales que se explotan en Bolivia, al punto de no existir en la actualidad un fondo de reserva que pueda servir para mitigar la crisis y apoyar las actividades mineras, pese a la coyuntura de los precios".

El problema financiero en los EE.UU. se agravó luego que una "calificadora de riesgo" le bajó puntos de seguridad crediticia al país más poderoso, debido a la elevada deuda que sostiene y que no ha podido cubrirla en los rangos admisibles de solvencia que existen para este tipo de transacciones. Este problema, además de otros de política interna, comprometen el sistema de las finanzas norteamericanas incidiendo lamentablemente en la reducción del precio internacional de los minerales.

La situación laboral resulta la más vulnerable cuando se producen este tipo de hechos y la historia refleja graves situaciones como la de 1985 - 86 con la relocalización de miles de mineros o la crisis de precios del pasado 2008 que obligó a varias empresas a reducir el número de sus trabajadores.

MEDIDAS COYUNTURALES

En tanto se apruebe la nueva Ley Minera, que será la normativa oficial para la actividad minera nacional y que con seguridad contemplará medidas de seguridad tanto en periodos de "vacas contentas" como también en los muy difíciles de "vacas flacas", ahora corresponde dar seguridades a productores mineros en el sentido de paliar los efectos de la crisis, disponiendo algunos planes que eviten el colapso minero.

En el nivel oficial el ministro José Pimental asegura estar estudiando la forma de reducir los costos de producción en la explotación de minerales como una forma de contrarrestar los efectos de la crisis en las finanzas de EE.UU. El asunto seguramente será debatido en lo que corresponde a la minería estatal, debiendo el sector privado y el cooperativizado instrumentar por su parte y en cada sector medidas similares u otras que sirvan para enfrentar el periodo de "las vacas flacas", por ejemplo la diversificación de la explotación minera que en algunos distritos es posible desarrollar con planes especiales.

Claro está que en cualquier contingencia de este tipo amerita que el Estado abra ciertas posibilidades de apoyo a los sectores productivos afectados por coyunturales emergencias. Se plantea por ejemplo, que justamente ante la situación crítica actual, correspondería crear un fondo financiero de emergencia que permita a los industriales mineros continuar sus operaciones, de manera que su propia producción se constituya en un factor de garantía para cuando los precios y las ventas recuperen una situación de estabilidad.

Agencia Uru

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