Por supuesto que se trata de "negocios gigantes" que obligan a muy fuertes inversiones, que evidentemente son necesarias queriendo mejorar las actuales condiciones en que se produce el tratamiento de nuestros minerales para su exportación, en condición de materia prima (básica), por tanto con precios muy por debajo de los que exportan otros países tras un proceso de refinamiento y el paso importante de su industrialización a través de los modernos métodos de la metalurgia y/o la siderurgia que podrían instalarse en el país.
De momento el Gobierno cuenta con la principal fundición de minerales del país, la Metalúrgica de Vinto que justamente desde el próximo año 2012 podrá incrementar su producción al incorporar un nuevo horno gigante el "Ausmelt" que todavía está en camino hacia Oruro y que una vez instalado permitirá la diversificación del tratamiento de minerales en Vinto.
Se espera también que el presente año comience a "caminar" el elefante blanco de Karachipampa, donde se procesarán complejos de plata, plomo y otros minerales que subirán su costo exportable gracias al valor agregado del proceso de fundición y su presentación con registro de calidad a los mercados internacionales donde crece la demanda competitiva.
Siempre a nivel estatal se mencionó igualmente la adjudicación para proceder a la construcción de las fundiciones de zinc que se ubicará una en Oruro y la otra en Potosí. Se esperó la presentación de propuestas especialmente de gobiernos extranjeros que ya insinuaron su interés en el negocio y que se esperaba puedan confirmar el mismo a través de la licitación pública. Se indicó que si no existieran propuestas aceptables el Estado debería financiar los recursos necesarios o acudir al sistema de la invitación directa.
En todo caso se observa que existe una dinámica especial por implementar más negocios de fundición, aunque todavía no asoman de manera clara los aspectos "insinuados" pero aún no confirmados de incentivos concretos a las empresas mineras u otras especializadas que se interesen en invertir en los rubros de la fundición de minerales o lo que representa, en establecer mejores condiciones para industrializar la producción minera de concentrados del país.
Hay un anticipo de lo que surgirá en la nueva Ley Minera y que sobre el tema anticipa que "el primer destino de la producción de concentrados de la minería nacional serán las fundiciones estatales y sólo los remanentes podrán ser procesados a través de fundiciones privadas". De entrada la propuesta es ya limitante a inversiones abiertas para crear más fundiciones privadas, por tanto el rubro de incentivos, no es el más atractivo en el modelo señalado.
Se mencionan otras alternativas de incentivos para tentar a los operadores (mineros) hacia la industrialización de los concentrados, pero la forma de hacerlo dependerá en última instancia de otros factores de beneficio en el orden financiero, por ejemplo el caso de incentivos tributarios, que en realidad son parte importante en la planificación de costos y utilidades. Seguramente extremando recursos, aportando ideas y recibiendo sugerencias se podrá establecer las condiciones más favorables para impulsar la industrialización de nuestros minerales.
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