Nuestro país por un tiempo todavía prolongado seguirá dependiendo de sus materias primas, exportadas en esa simple y llana condición… materia prima, en el caso de los minerales, puros concentrados, excepto parte del estaño fundido con calidad del 99 por ciento de pureza que sale de la Metalúrgica de Vinto en Oruro y llega a varios países industrializados.
El hecho es que en el caso de los lingotes que llevan el sello "ENAF" que identifica a la primera Empresa Nacional de Fundiciones con su evidente y reconocida calidad, su precio es fijado por los compradores de acuerdo a una serie de regulaciones, de todos modos impuesto por las circunstancias que dominan las potencias y hasta se permiten generar "vaivenes" por temporadas en función de factores competitivos.
Otra cosa será vender productos que sean resultado del uso del estaño en lingotes en el siguiente paso, su industrialización y su utilización en factorías y manufactureras para crear gama de productos terminados y de requerimiento en diversos campos de producción masiva, productos que actualmente importamos de varios mercados para cubrir las necesidades especialmente en la construcción y el ramo de ferretería. Lo mismo tendrá que suceder con la obtención de otros productos fundidos, el caso de lingotes de plata y plomo.
Aún faltan decisiones muy importantes, aplicación de políticas específicas para cumplir cronogramas, tanto en la modernización de la explotación minera cuanto en el avance de la industrialización – digamos primaria – de nuestros commoditíes en las fundiciones de Vinto o Karachipampa, más adelante no puede postergarse la concreción de una siderúrgica en el Mutún para transformar el hierro de ese rico yacimiento en acero y fierro para diversos usos.
El caso del litio, que es paradigma del futuro nacional, todavía atraviesa por una prolongada etapa de experimentación en varios niveles, lo que debe tener cuanto antes un cronograma concluyente de su mejor utilización para entrar sin mucha demora en el círculo de competitividad con vecinos como Argentina o Chile que han dado ya pasos importantes en industrializar esa materia prima.
Hay que recordar que nuestro país ha tenido y tiene una economía primario – exportadora dependiente de minerales tradicionales como la plata y el estaño y con cierta evolución tecnológica, no la mejor pero por lo menos de avanzada está logrando posesionar en el mercado internacional otros minerales como el oro, el zinc, el plomo y lo hará ojalá sea pronto con el hierro y el litio, por lo mismo se vislumbra una diversificación de la producción minera, mejor si la misma pasa por los ciclos importantes hasta convertirse en productos con alto valor agregado.
Se ha producido un cambio especial y es que de la dependencia de la plata hasta el siglo XIX, pasamos a seguir dependientes pero del estaño hasta el último siglo y el cambio de la estrategia y la explotación de otra riqueza natural, nos coloca al presente como dependientes del gas natural que representa casi el 50% del total de nuestras exportaciones. También es urgente que ingrese a la etapa de su transformación industrial. Son los retos del tiempo presente.
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