Un sustancial incremento en las recaudaciones tributarias del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) corresponde al rubro de la minería que aumentó en 104 por ciento en su registro del primer trimestre del año en curso, en tanto que el ítem de gas y petróleo también subió pero sólo en una proporción del 31 por ciento.
En lo que corresponde exclusivamente a la recaudación tributaria por la exportación de minerales metálicos y no metálicos, la misma llegó a 899,3 millones de bolivianos frente a los 404,4 millones de recaudación en igual periodo del año pasado, lo que demuestra que la recaudación para el SIN se incrementó en 104 %.
El informe de ingresos al SIN, registra para el rubro de hidrocarburos, petróleo crudo y gas natural un monto de 3.546 millones de bolivianos registrando un incremento del 31 % con relación al mismo periodo de la gestión pasada. En lo que corresponde a porcentajes de aportación directa al TGN, la recaudación de petróleo y gas representa un 43,8 % del total, en tanto que la minería aporta el 11,1 %, que entre ambos rubros suman más del 55 % de los tributos que percibió el SIN en el primer trimestre del año en curso.
Se ubican posteriormente los ingresos que producen los sectores de industria, manufacturas, otros servicios, transportes y comunicaciones, establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios a las empresas sumando algo más del 40 % restante del total de las contribuciones impositivas.
Por estas razones simples, pero objetivamente demostradas, es que los expertos en asuntos mineros, especialmente, señalan que el régimen impositivo a la minería no debería ser gravado con porcentajes que se alejan de la realidad productiva nacional en la materia de minas, pues existiría el grave riesgo de ahuyentar inversiones y paralelamente disminuir las que todavía se recaudan con signo positivo a favor del TGN, de las gobernaciones y los municipios donde se cumplen operaciones mineras y se cobra regalías.
Los temores surgen justamente al conocerse que hay ciertas intenciones de aplicar significativos cambios en materia tributaria a partir de la aprobación de la nueva ley minera, normativa que se discute ampliamente y que en función de las reales y prácticas necesidades del sistema productivo minero nacional, no deberían alterarse precautelando que inversionistas y productores alienten más bien mayores proyectos con las seguridades deseables para cuidar inversiones, equipos, herramientas, producción minera, bienes públicos y privados.
Ya se mencionó en repetidas oportunidades que debe crearse mecanismos para mejorar los sistemas tributarios, pero no significa necesariamente que deban ser incrementados sino más bien regulados, dirigidos hacia fines de incentivo productivo, como la minería que puede crecer sustancialmente si tiene garantías de operabilidad y un régimen tributario acorde con la realidad nacional y las necesidades de incrementar fuentes de empleo y dotar a más bolivianos de condiciones sostenibles para vivir mejor.
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