Desde fines de la gestión pasada y principios del presente año 2012 se aprecia un "estancamiento" en la administración de la actividad minera nacional, que por supuesto si se habla del último año, no ha mostrado mayores inversiones en ninguno de los sectores que concentran esa labor, vale decir el estatal, el privado cuyos empresarios mostraron algún interés que se diluyó en la medida que se demora la aprobación de la ley minera que debería regular y promover la tarea de producción minera en el país.
Han coincidido no hace poco, empresarios mineros y dirigentes sindicales de la minería nacional al señalar que "no existe adecuada atención del Poder Ejecutivo hacia algunos aspectos de la actividad minera que está paralizada o como se expresó claramente estancada".
Al cerrarse la gestión pasada, en el propio Ministerio de Minería y Metalurgia (MMyM) se reconocía el reclamo de los sectores mineros que "observaron el estancamiento del sistema productivo, también el bajo nivel de industrialización de nuestros concentrados, que permite que gran porcentaje del rédito quede fuera del país; se menciona igualmente la bajísima intensidad de exploración y prospección minera, persiste la falta de seguridad jurídica que abre puertas para los avasallamientos, mientras es limitada la existencia de fondos de financiamiento para emprendimientos mineros especialmente en el caso de la minería privada, chica y mediana.
Sin embargo, y pese a esas limitaciones que se mantienen vigentes en la actual gestión, exceptuando sólo de algún modo el caso de proyectos más grandes como el Mutún o el litio, el resto de estas simples tareas de rutina y aún así la generación de beneficios a través de impuestos y regalías sigue siendo la parte fuerte de presupuestos nacionales, departamentales y comunales.
Una apreciación al futuro de la gestión que avanza, hace presumir un incremento próximo al 40 %, más en lo que corresponde a recaudaciones por el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) del sector minero, mientras se mantenga el promedio anual de los precios internacionales de minerales.
De acuerdo al informe de cierre de la gestión pasada, el valor de las exportaciones mineras alcanzó un monto de 2.406 millones de dólares que se tradujeron en 120,71 millones de dólares en regalías para las regiones y una recaudación del IUE algo superior a los 180 millones de dólares, un movimiento que se incrementó sustancialmente con relación a un periodo pasado y que es el resultado de las aportaciones directas de las empresas mineras privadas como San Cristóbal, Manquiri, Sinchi Wayra y San Vicente, además de otras de menor producción pero igualmente importantes por los volúmenes logrados para la exportación.
Bajo estas condiciones, por supuesto reconociendo la producción del sector de hidrocarburos, no puede ignorarse el importante apoyo de la minería a la economía nacional, este segundo rubro que debería merecer atención especial del Poder Ejecutivo, para alcanzar mayores objetivos de crecimiento que se traducirán, en mejoras sustanciales de las finanzas bolivianas.
La evolución del crecimiento de los sectores productivos del país, se refleja en la infografía que adjuntamos y que proviene del Ministerio de Economía y muestra justamente el desarrollo de los sectores de minería e hidrocarburos.
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