Justamente en un cortísimo periodo de tiempo se producen muy significativos cambios que generan dudas entre los productores. El Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) anunció los primeros días de marzo pasado un resumen de los ingresos percibidos gracias al rubro de la minería en los dos primeros meses del año en curso se incrementaron en proporción del 91 % a favor de las empresas productoras con relación al mismo periodo del 2011, lo que para la entidad recaudadora significaba también un incremento del 32 % en sus ingresos. Noticias altamente favorables.
A fines del mismo mes de marzo, la información cambia con el anunció que oficializa el Instituto Nacional de Estadística, INE, al registrar en su boletín mensual que "las exportaciones minero – metalúrgicas registraron una caída del 23 % de enero a febrero, debido al descenso en el precio de los minerales en el mercado internacional", la relación comparativa fue calculada con similar gestión del 2011.
En algunos sectores productivos de la minería, el descenso no es significativo y será coyuntural para recuperar en cuestión de "pocos días más". En el caso del estaño se comenta que su valor llegó hasta $us 14 la libra fina (LF) y con el último bajón se registró en 11 dólares por LF, que es permisible para mantener la extracción de ese mineral. Junto al estaño, según el control que tiene el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM), también bajaron los precios en LF del plomo, el zinc y el cobre, lo que afecta a varias empresas, estatales y privadas.
En el caso de la minería medina privada, San Cristóbal, la mina más importante del país, explota complejos de zinc y plomo, mientras que en el caso del sector estatal, Huanuni tiene el mayor índice de producción de estaño y Corocoro con zinc, además de otras empresas de la minería chica que también tienen un interesante registro de producción en esos rubros, además de las medianas potosinas de Manquiri, San Bartolomé y san Vicente, de las cuales depende en realidad la mayor parte de la producción minera nacional.
Si bien el hecho (caída de precios) no es preocupante aún para ciertas autoridades del sector de minería, para los expertos en la materia este fenómeno debería servir de alerta para tomar precauciones y establecer planes de previsión, dirigidos especialmente al aumento de los volúmenes de producción, pero esta posibilidad sólo podrá lograrse si en el país se establecen las condiciones más favorables para establecer nuevos proyectos mineros.
El gran problema que se presenta en la actualidad y que posiblemente sea solucionado en cuestión de algunos días más, es la aprobación de la nueva ley de minería, que con seguridad despejará muchas dudas, permitirá avizorar nuevas perspectivas y lo que se espera es que con ese instrumento y reglas claras de juego se alienten inversiones para encarar nuevos emprendimientos desde la fase de exploración hasta cumplir las ansiadas metas de extracción, proceso de industrialización y aumento sustancial de la producción minera en general del país.
Como se percibe, en la alternativa coyuntural que se plantea, no se tocan los macroproyectos, como el hierro del Mutún o el litio de los salares, porque se trata de otra alternativa inmersa en los planes de avanzada para consolidar la futura economía nacional, por supuesto un rubro que tampoco puede seguir demorándose por trivialidades, incongruencias o menudos caprichos.
La minería nacional tiene un bajón coyuntural en sus exportaciones se espera que sea relativamente corto y se restablezcan las seguridades para seguir operando en la minería boliviana, sin dudas y con mayor certeza.
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