Un equipo compuesto por cuatro expertos de la estadounidense NASA —dos médicos, un psicólogo y un ingeniero— viajarán a Chile para asesorar al Gobierno de ese país en la mejor estrategia para mantener en buenas condiciones a los 33 mineros atrapados bajo tierra, según informó ayer Semana, en su edición digital.
El Gobierno chileno solicitó ayuda a la agencia espacial acostumbrada a manejar los desafíos de tener confinados a hombres en pequeños espacios.
El equipo de la NASA viajará esta semana para ofrecer asesoramiento en cuestiones médicas, nutricionales, pero también de comportamiento y conducta; es decir, técnicas psicológicas que ayuden a los mineros a sobrellevar los meses de confinamiento. La idea es llevar "la experiencia del espacio al fondo de la tierra", se informó.
Michael Duncan, subdirector de la Oficina Médica de la NASA, destacó la capacidad de organización que ya han mostrado los mineros. "La NASA va a proporcionar asesoría. Los chilenos están muy bien organizados y tienen una gran cantidad de recursos a su disposición. Han hecho un gran trabajo para ayudar a los mineros y de hecho los mineros también han hecho mucho por ellos mismos bajo tierra, al mostrar su voluntad de sobrevivir y al organizarse para ser capaces de sobrevivir hasta ahora".
"Por lo que nuestro plan es ir allí para ayudar en lo que se nos solicitó, en las áreas de apoyo nutricional y conductas y comportamiento para la salud", afirmó Duncan. La situación de los mineros es similar a la que experimentan los astronautas confinados durante largos períodos en la Estación Espacial Internacional, en espacios limitados y que pueden resultar peligrosos. El aislamiento del mundo exterior, los espacios restringidos, la soledad de los miembros obligados a compartir el escaso espacio con los mismos compañeros, son situaciones que pueden imponer un gran peaje psicológico.
Duncan destacó que la NASA tiene experiencia en todo tipo de ambientes aislados, desde el espacio hasta los ambientes submarinos. Hasta ahora no se había producido un suceso en el que un ser humano haya permanecido varios meses atrapados bajo tierra. Pero la preocupación empieza a crecer puesto que ya se han detectado síntomas de depresión en cinco de los mineros atrapados, que se mostraron distantes.
¡Vamos carajo, fuerza!
Una ciudadela se formó en torno al lugar donde se hallan los mineros atrapados. Se llama Esperanza y es un campamento cercado por los carabineros chilenos. Está prohibida la entrada para los curiosos y sólo ingresan las personas que portan credenciales de familiares o los periodistas.
En menos de tres semanas el lugar se ha convertido en un pequeño pueblo. Hay baños y duchas. Espacios para almacenar víveres y un camino bastante transitado por los vehículos particulares. Los miembros de la Cruz Roja visitan a los familiares para ayudarlos ante cualquier necesidad, al igual que psicólogos.
Los letreros en apoyo a los trabajadores atrapados abundan en este lugar. Hay dos gigantes que mandan el siguiente mensaje: “Vamos carajo, un montón de tierra y piedras no puede con este puñado de atacameños. Fuerza y corazón de mineros”.
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