Una de las últimas ofertas proviene del Banco de Desarrollo de China que está en posibilidades de otorgar un empréstito de hasta quince mil millones de $us para impulsar el proyecto siderúrgico estatal en el 50% del millonario cerro que se comparte con la Jindal Steel & Power.
La propuesta añade la posibilidad de conformar una empresa mixta para explorar y explotar luego el fabuloso yacimiento de hierro en la parte que está bajo control directo del Estado boliviano. La empresa Chung Hsing Mining es la directa interesada en concretar un inmediato acuerdo que permitiría abrir otro frente de explotación de nuestros recursos naturales en el oriente del país.
Según autoridades del gobierno nacional, fuera de la China hay otras ofertas interesantes que se originan en Corea, Japón, Rusia y Venezuela. Hay necesidad de que las ofertas sean objeto de una rápida y muy seria evaluación para no perder tiempo en muchas disquisiciones que finalmente nos alejan más y más del objetivo prioritario de generar riqueza para los bolivianos, explotando nuestros propios recursos naturales.
Sin lugar a dudas no todo lo programado es factible de realizarse sólo con buena voluntad, hay necesidad de la intervención de expertos profesionales que efectúen el diseño adecuado para aprovechar las mejores posibilidades en un negocio que inicialmente tiene asegurada la inversión, puede contar con tecnología de punta y que sólo exige seguridad y garantía para desarrollar sus expectativas de producción e industrialización de nuestras materias primas.
En el caso del Mutún y la Jindal, todavía hay varios aspectos que deben ser resueltos y que se consideran críticos, empezando por tener certidumbre sobre la calidad de acero y en base a ese detalle la definición de los mercados de exportación a lo que debe añadirse la estrategia de transporte desde el punto de producción hasta los puertos de embarque. Quedan en el tintero situaciones como la dotación de energía eléctrica, gas industrial y provisión de agua. Resolver esos problemas serviría de experiencia práctica para encarar el tratamiento en la otra mitad del cerro de hierro en el Mutún.
Sin embargo lo que preocupa y hasta alarma es la displicencia con que se maneja el tema de la minería nacional y su anhelada reactivación. Cuidado que por mucho demorar perdamos las propuestas actuales y los inversionistas pierdan también su interés…en todo caso los mayores perjuicios serán para los bolivianos.
(Agencia Uru)
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