El gerente de la Empresa Minera Corocoro, Germán Elías Alba, denunció ayer que el dirigente del Conamaq, Rafael Quispe, saboteó por algunas horas la producción de cobre mediante la obstrucción del ducto de agua potable que alimenta la planta.
“La amenaza de Quispe se cumplió a la medianoche del domingo 8. Hemos tratado de rehabilitar el servicio sin poder hacerlo hasta las cuatro de la madrugada del lunes”, precisó el ejecutivo, según un boletín de prensa de la Comibol.
Añadió que “horas después (del cierre del ducto de agua), los ayllus originarios, las juntas vecinales y autoridades del municipio de Corocoro realizaron un cabildo abierto para repudiar este sabotaje”. A la conclusión del cabildo se firmó un acta mediante el cual los actores sociales y la empresa se comprometen a no permitir ningún acto de sabotaje.
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