El presidente de Chile, Sebastián Piñera, confirmó este domingo que están vivos los 33 mineros atrapados desde hace 17 días en la mina San José, en el desierto de Atacama, al norte del país.
Piñera enseñó un mensaje escrito en un papel con un lápiz rojo que fue adherido por los trabajadores en el martillo de la sonda que llegó al refugio que decía: "Estamos bien en el refugio los 33".
"Este es el mensaje que nos dicen que están esperando para ver el sol y abrazar a sus familiares, quiero decir que Chile entero está llorando de alegría y emoción", indicó Piñera y agradeció a los mineros "por su fuerza y el coraje de haber resistido por más de dos semanas solos".
"Nuestros compañeros fueron tremendamente hábiles. El martillo de abajo lo pintaron de rojo y en la cabeza del martillo venía amarrada una bolsa plástica con tiras de goma donde venía una carta de Mario Gómez para su mujer donde decía que habíamos roto en el nivel 44", explicó por su parte el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne.
Según explicó el encargado técnico de las labores de rescate, Andrés Sougarret, los mineros tendrán que permanecer cerca de cuatro meses en el interior de la montaña antes de poder ser rescatados.
Al respecto Piñera señaló que los mineros "saben que van a tener que esperar, pero esta es una espera distinta, ellos saben que hay un país entero llorando de gratitud, quiero decirle a los mineros, me siento orgulloso de ser el Presidente de este país", añadió Piñera.
El mandatario chileno expresó su emoción por conocer que los mineros se encuentran con vida. Por su parte el ministro Golberne reconoció la astucia de las personas atrapadas pues lograron pintar la punta del martillo o "paloma" que llegó hasta el refugio. El técnico encargado de las labores de rescate afirmó que no podrán sacar a los hombres atrapados sino hasta dentro de cuatro meses.
Piñera sostuvo que esta era la mejor manera de comenzar a celebrar el mes de la Patria y el inicio del año Bicentenario, "pero ahora tenemos que seguir trabajando, tenemos que entubar la sonda con alimentos, luz, comunicaciones, pero lo más valioso ya llegó, el apoyo moral".
Tras conocerse la noticia, los familiares que se encuentran en el Campamento Esperanza, junto a la mina, rompieron en aplausos y comenzaron a tocar las bocinas.
En la madrugada de este domingo una de las sondas alcanzó los 688 metros de profundidad, ubicándose a escasos 20 metros del refugio en el que se encuentran los trabajadores atrapados.
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