Actualmente en Chile sólo un 8% de la mano de obra en la minería corresponde a mujeres, una cifra que se pretende aumentar en los próximos años con estrategias para motivar su inserción, además de la capacitación laboral.
Al menos en empresas como Antofagasta Minerals, tienen como objetivo que en 2014 esta cifra se eleve al 14% y para ello se busca hacer cada vez más atractivo el rubro.
Pero la idea no es sólo conquistar a las mujeres, también se está avanzando en convenios con diferentes universidades en carreras como la geología, ya que es una labor cada vez más escasa en el sector.
Geólogos para Chile y el mundo
Y en las universidades se percibe esta alta demanda, además en las mineras esperan con ansias que egresen los nuevos profesionales, para reclutarlos.
Al menos es lo que se observa en la Universidad Andrés Bello, como explica el director de Ciencia de la Tierra, Mario Sánchez, quien indica que los mayores requerimientos a la hora de postular a una carrera se dan en la geología, después en el área de minas y luego en metalurgia.
Pero Sánchez cree que junto con pensar en mano de obra para nuestro país, también se debe contar con una visión global, "porque nuestra región es minera, entonces se necesitan profesionales no sólo para nuestro país sino para toda la región. Hay muchas inversiones en Perú, Argentina, también necesitan profesionales externos en Ecuador, Colombia, Brasil, no nos perdemos si creamos profesionales en esta área"
Reclutando trabajadores del agro
El consultor del área de minería e ingeniería de la empresa de recursos humanos Randstad Chile, Héctor Brevis también pone énfasis en la escasez de geólogos y destaca los convenios que se están creando con diversas universidades.
Para ello también "se está evaluando con algunas compañías la posibilidad de tomar iniciativas en forma conjunta, creo que hay que prepararse como industria, estar preparados para hacer más atractivo el negocio minero en términos general y es está la intención de evaluar una estrategia conjunta".
La mujer en la minería
Considerando la baja participación femenina en el sector, también hay mecanismos para facilitar su inserción. Sin embargo, todavía hay bastantes restricciones culturales y de tiempo como indica Brevis, quien expresa que las mayores complejidades son por "el sistema de turno y el tema de los traslados, trasladar a personas de la Octava región es complicado y dejar a las familias, por eso nos ha costado tanto insertar a la mujer, porque somos un país estructurado y la mujer la que lleva las riendas del hogar".
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