El aumento en el precio mundial del oro elevó el valor de las Reservas Internacionales en este mineral a 1.115 millones de dólares. Sin embargo, descendieron tanto la producción como la exportación boliviana de este metal precioso.
De acuerdo con los datos del Banco Central de Bolivia (BCB), el 1 de febrero de este año, las Reservas Internacionales en oro llegaron a 986 millones de dólares, mientras que al 19 de mayo alcanzaron los 1.115 millones de dólares, lo que significa que se tuvo un incremento de 129 millones de dólares en poco más de tres meses y medio.
El miércoles 12 de mayo en el mercado internacional, la onza troy del mineral se registró en 1.241 dólares, los siguientes días se mantuvo entre 1.238 y 1.230 dólares. Ayer, el precio bajó a 1.183 dólares por onza troy.
En contrapartida, el volumen de producción de oro fue en descenso. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el primer trimestre de 2009 se produjeron 1.994,93 kilos finos, pero en el similar periodo de 2010 la producción fue de 1.571,55 kilos finos, es decir, 428,38 kilos finos o 21,3 por ciento menos.
Las exportaciones también bajaron, de acuerdo con los datos del Ministerio de Minería y Metalurgia. El primer trimestre de 2009, las exportaciones fueron de 1.088 kilos finos; el mismo periodo de este año las ventas al exterior alcanzaron los 619 kilos finos: se tuvo una disminución de 469,2 kilos finos, es decir, 43 por ciento menos.
Los recursos por exportaciones también bajaron, de 31 millones de dólares el primer trimestre del año pasado a 22 millones de dólares en el lapso enero-marzo de 2010, esto hace un 29 por ciento menos. La caída del valor no fue de la magnitud del descenso de la producción por el aumento del precio internacional del mineral.
Entre las razones principales que explican la baja de la producción y de las exportaciones están el paulatino cierre de operaciones de Inti Raymi.
A raíz de la baja en la producción, el Gobierno pretende crear una empresa estatal de oro. El ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, en contacto con La Prensa, informó que al momento están analizando una propuesta. “Tenemos la certeza de que es necesario crear esta empresa, la gran minería de oro prácticamente está desapareciendo en el país”.
La autoridad explicó que en los dos más grandes yacimientos las reservas de oro se están agotando y que tampoco hay inversión, la que debería hacer el Estado para recuperar más ingresos.
Otra de las razones es que el Ejecutivo tiene la intención de convertir las reservas internacionales en oro, porque es la tendencia mundial. Las Reservas Internacionales Netas superaron los 8.000 millones de dólares. “Existe la necesidad de cambiar la reservas bancarias por el patrón oro, pues el oro mantiene su estabilidad”.
La empresa minera Inti Raymi y sus concesionarias Corichaca y Coricollo están en periodo de cierre, al igual que la minera Paitití, que agotó su explotación subterránea. Pero los cooperativistas mantienen su producción en unas tres toneladas por año, pero la mayor parte de ella se comercializa en el mercado negro. El secretario de organización de la Federación de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin), César Benegas, dijo: “Mucha gente ha regresado a la actividad”.
Los joyeros no están contentos
Los joyeros de la ciudad de La Paz se quejan, pese a los precios altos del oro, porque, contrariamente a lo esperado, esta elevación provoca una disminución en sus ventas porque la gente compra menos joyas, según verificó La Prensa en un recorrido por la calle Tarapacá de La Paz, donde está apostada la mayor cantidad de comerciantes de joyas.
Florencio Saire, de la joyería Jhon David, manifestó que el precio de sus joyas en oro ha subido: un anillo de tres gramos que el año pasado costaba alrededor de 700 bolivianos ahora vale 780 bolivianos. Según Saire, si bien el precio no se disparó, de todos modos “el cliente no quiere pagar”.
Indicó que “como ha subido (el precio del oro) no se puede cobrar al cliente, porque quiere el precio de antes, y no quieren pagar”. Esto no sólo baja el número de clientes, sino que también su margen de ganancia, por ejemplo con las joyas para los bailarines del Gran Poder, pues varios dejaron adelantos hace un par de semanas, cuando el precio aún no había alcanzado sus topes históricos.
Similar criterio expresó doña Rosario Alva, quien aseguró que los compradores de joyas “se escapan por el precio que está subiendo, piensan que va a subir más”. Además dijo: “Nosotros tenemos miedo de comprar”. Indicó que, cuando el aumento del oro es considerable, varios joyeros prefieren trabajar la plata.
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