El metal dorado brilla como nunca. El martes, la cotización del oro registró su máximo histórico. La onza troy llegó a 1.209 dólares, pero sin beneficio para el país, debido al agotamiento de las concesiones legales y el descontrol de la producción a pequeña escala.
El precio de este 11 de mayo venció el récord del 4 de diciembre del año pasado, cuando trepó a 1.203 dólares la onza troy, de acuerdo con el registro del Ministerio de Minería con base en el London Metal Exchange.
En lo que va del año, el valor del metal dorado se mantuvo por encima de 1.000 dólares la onza troy, desde el inicio, puesto que comenzó con 1.113 dólares el 4 de enero. De enero a mayo, la cotización del oro se revalorizó en 9 por ciento.
Los analistas internacionales aseguran que el oro es un valor refugio, al que echan mano los inversores cuando el mundo financiero no está rindiendo frutos o genera incertidumbre, transformándose en “moneda corriente”.
En la actualidad, los ascensos del oro tienen origen en la alta demanda de esta materia prima como “inversión alternativa y favorables” frente a los riesgos inflacionarios de Europa y China.
Esta tendencia alcista del metal dorado no beneficia a Bolivia, porque el gobierno no tiene control sobre la producción que está a cargo de pequeñas empresas o cooperativistas mineros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario