jueves, 20 de agosto de 2009

Peligro en el Cerro Rico

• Se contradicen dirigentes cívicos, cooperativistas, gobierno y empresarios

Cuando se habla del peligro que corre el portentoso Cerro Rico de Potosí, Patrimonio de la Humanidad, se aprecian algunas contradicciones en torno al factor más delicado que en este caso es el tiempo y las medidas necesarias para establecer la real magnitud del problema.
Medidas parciales ya se han dictado, hasta una disposición para detener la explotación entre las cotas 4.400 a 4.700 (metros) que se ubican en la punta o cima del yacimiento, donde se dice que trabajan cooperativistas mineros pero también una importante empresa privada.
El Comité Cívico directamente plantea la preservación de la estructura cónica de la Montaña de Plata y se ratifique tal posición con un Decreto Supremo, lo que significaría la suspensión de todas las operaciones mineras tanto en la superficie como en el interior del Cerro Rico.
Un informe del Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) de la jurisdicción de Potosí, señala que –en el cerro– se trabaja desde hace 500 años, pero la incursión de cooperativistas data del año 1985 cuando se produjo una masiva “relocalización” de miles de mineros, desde entonces, se dice, comenzó un trabajo del sector en varios “parajes” de la superficie del cerro pero también en su interior.
En todo caso se sugiere una evaluación completa del potencial del fabuloso monumento natural de Potosí en un trabajo que podría prolongarse hasta fines del presente año y cuyo informe determinaría de forma definitiva una de las opciones concretas sobre el tema, o se suspenden las operaciones mineras en su totalidad o se establecen áreas de explotación bajo rigurosas condiciones de operabilidad y sanciones por incumplimiento a las regulaciones.

POSICIÓN OFICIAL

Por su parte el viceministro de cooperativas Isaac Meneses señala que los cooperativistas mineros que trabajan en el Cerro Rico no son los culpables de los daños que se registran en la estructura de ese yacimiento, dejando la duda sobre quiénes son entonces los responsables de daños que se observaron en la estructura de la montaña potosina.
Con esa posición se dejaría la responsabilidad en las empresas privadas que tienen concesiones en los yacimientos del Cerro Rico, el caso de Manquiri que trabaja desde hace tiempo y cuyos ejecutivos aseguran que cumplen con todas las normas exigidas de seguridad para no deteriorar la estructura del Monumento de la Humanidad.
PROBLEMA SOCIAL.

La parte final de este caso, es de orden social, sabiendo que los mineros que cumplen tareas sea por contratos, con la empresa privada, por cuenta propia o en el sistema cooperativo tendrán un gravísimo problema de cesantía si se opta por detener todas las operaciones, en otra posibilidad de todas maneras tendrán que reducirse las actividades mineras, lo que representa desocupación
De aquí adelante el dilema para los potosinos es sumamente complejo, mantener su Monumento de la Humanidad, sólo como atractivo histórico y turístico o correr el riesgo de su deterioro por sostener miles de empleos en el rubro de la minería.

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