A más de un año de haberse logrado el compromiso de la empresa Atlas Precius Metals de desarrollar el complejo metalúrgico de Karachipampa, en Potosí, el proyecto corre riesgo porque la compañía no entregó la boleta de garantía de 850 mil dólares. Como no hay avances hasta la fecha, el ministro de Minería, Alberto Echazú, informó ayer que se dio a esa compañía plazo hasta el 15 de enero para que presente el documento, de lo contrario, anticipó que el Gobierno buscará otras empresas para reactivar dicho complejo. Esa planta fue construida en 1985 con créditos alemanes y belgas por 200 millones de dólares para procesar plomo y plata, pero nunca llegó a funcionar porque se necesitaba un nivel de producción de esos dos minerales que no existía en Bolivia. En 2006, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) acordó la creación de una sociedad anónima con esa firma para iniciar operaciones en el complejo, situado a seis kilómetros al norte de Potosí. Atlas quería invertir 146 millones de dólares. Echazú informó que para el próximo año se esperan unos 200 millones de inversión en varios proyectos, entre ellos el desarrollo del Mutún (150 millones), en exploración de Corocoro (12 millones) y en San Miguel (30 millones).
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