Las autoridades originarias del distrito minero Porco, de Potosí, después de un cabildo, determinaron ayer que los 10 supuestos ladrones, que fueron sorprendidos en con armas de fuego cuando intentaban robar minerales, sean sometidos a trabajados comunitarios. Deberán fabricar adobes.
Los 10 supuestos ladrones fueron atrapados la madrugada del lunes en el distrito minero y luego fueron amarrados en la plaza principal de esa localidad potosina.
En la tarde los condujeron a las oficinas de las autoridades originarias en las que permanecieron como rehenes hasta la mañana de ayer, según reporte de medios.
El lunes en la tarde, pese a la presencia policial, los presuntos delincuentes no fueron liberados. Los comunarios amenazaron con aplicar la justicia comunitaria.
El curaca de esa comunidad, Carlos Gutiérrez, aseguró que los "jucus” -nombre que les da a los ladrones de mineral- portaban armas de fuego de calibre 22 y se resistieron a ser capturados al ser descubiertos, según reportó la red ERBOL.
La autoridad originaria dijo que muchos de los presuntos ladrones son de Llallagua y uno, del municipio de Betanzos.
Según Gutiérrez, los presuntos delincuentes fueron identificados como Sergio P. Ch., José Luis Ch. M., Wilmer Ch. M., Wilson Ch. M., Nelson C. M., Fabián G. A., Álex M., Constancio C. G., Jhonny T. y Elvin M. C.
Ante el constante robo de minerales en bocaminas de Bolivia, principalmente en Potosí, el Gobierno, los cooperativistas y comunarios buscaban penalizar el "juqueo”. La propuesta señalaba entre cuatro a ocho años de cárcel para aquellas personas que sean encontradas en flagrancia cometiendo el delito.
El pasado año, el entonces ministro de Minería Mario Virreira afirmó que no sólo se pretende judicializar el "juqueo” sino también los avasallamientos a yacimientos mineros con la finalidad de garantizar la seguridad jurídica. La explotación clandestina de los minerales, comercialización y transporte que regularmente realizan los "jucus” serían actividades sancionadas con la cárcel, según la propuesta.
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