Tomando en cuenta los planes que se expresaron a principio del año como metas de la gestión, cuando ya avanza septiembre, noveno mes en curso, el recuento de lo que se ha hecho en minería deja sabor a poco, pues los macroproyectos más importantes no avanzaron en la proyección esperada y todavía se vive de esperanzas, caso del litio, el Mutún, Karachipampa, Mallku Khota y la demorada puesta en marcha del horno Ausmelt en Vinto- Oruro.
Un analista sectorial se refería a la "pesadilla de los hornos", pues el proyecto estrella del Complejo Metalúrgico de Vinto, está muy retrasado en su original cronograma y hasta la fecha no hay definición para poner en marcha ese "monstruoso horno" que exigirá miles de toneladas de concentrados para cumplir los fines de su instalación y justificación de su inversión.
El horno Kivcet de Karachipampa está en fase de tomar una temperatura ideal para comenzar el proceso de producción de lingotes de plomo – plata y otras aleaciones. Su demora también es preocupante, aunque hay quienes señalan que habiendo esperado 30 años, ya no cuesta mucho esperar 30 días más.
En el caso del Mutún el plan original cuando se firmó convenio con la Jindal era que en la inversión establecida se consignara la implementación de una siderúrgica que nos permitiera transformar nuestro hierro en láminas de acero lo que no se da, debido a problemas ya conocidos, un juicio vigente en la actualidad por el que la empresa hindú recuperará con multas y todo más de 20 millones de dólares, que le cobró la empresa subsidiaria en Bolivia, al protestar dos boletas de garantía.
Por lo mismo el caso de los hornos se ha convertido en una pesadilla de la que no quieren hablar algunos ejecutivos, aunque con seguridad les resulta muy difícil conciliar el sueño, sabiendo que hay límites que no pueden excederse indefinidamente.
Otros casos pendientes, la deuda de Vinto con Huanuni, más de 30 millones por la compra de concentrados y una tardanza inexplicable en cubrir el monto que ahora es reclamado por los trabajadores de Huanuni, precisamente para fortalecer operaciones de emergencia en el importante distrito, que a su vez extrema recursos para ampliar su volumen de producción, para alimentar el nuevo ingenio que procesará 3 mil toneladas de concentrados para su entrega a la fundición orureña, que está retrasada en sus obligaciones.
Para los entendidos en materia minera hay un desfase de información sobre el movimiento económico del ministerio, en lo que corresponde a la venta de nuestros minerales al exterior. Un semestre sin información precisa no se conoce detalle de la asignación y distribución de regalías por departamento, lo que ponen en duda la seriedad de operaciones y recaudaciones que son base para planificar las futuras operaciones, especialmente de prospección y exploración de nuevos yacimientos.
La situación de la minería en sentido general, parece que no tendrá incentivos especiales, en la presente gestión, entendiendo que con el proceso electoral, no hay opciones para encarar dos temas importantes, la reglamentación de la ley minera y la aprobación del sistema tributario sectorializado.
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