El vicepresidente Álvaro García Linera reconoció que no está garantizado el desplazamiento de todos los mineros cooperativistas que operan en el Cerro Rico de Potosí a otro yacimiento cercano al lugar.
"Ello va a ser a través del ejemplo que vamos a ir produciendo este gradual desplazamiento de los compañeros (que no a ser) no total, no le garantizo el desplazamiento total, pero al menos de las áreas más en riesgo irlos desplazando voluntariamente hacia zonas menos riesgosas igualmente mineralizadas", afirmó la autoridad a "Levántate Bolivia" de Cadena A.
El presidente de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), Marcelino Quispe, informó el 6 de julio que en 45 días las cooperativas mineras que trabajan en la cota 4.400 del Cerro Rico de Potosí deberán dejar ese yacimiento para dar paso a los trabajos de restauración de la emblemática montaña y evitar su hundimiento.
"Esta es la salida, no tocar la parte superior del cerro y la intermedia gradualmente desplazar a los compañeros a otras zonas ricas que están atrás, donde también hay reservas de mineral (...).
Me parece que esa es la mejor salida, cuesta porque hay que acordar con una cooperativa, con otra cooperativa y no se puede tomar medidas arbitrarias", afirmó García Linera.
La Gobernación potosina informó que son al menos 40 las cooperativas mineras que continúan explotando plata y estaño en la cota 4.400 provocando el hundimiento del cerro por lo que propuso su reubicación a otras áreas.
El vicepresidente manifestó que ya se han tomado las medidas preventivas para que en la parte más alta no se trabaje y lo que se está haciendo es que los mineros que están en la parte intermedia puedan desplazarse a otro yacimiento que es rico y que puede ser trabajado por ellos.
La Defensoría del Pueblo presentó el 19 de agosto un estudio sobre el trabajo infantil en el Cerro Rico de Potosí e identificó a un total de 145 niños, niñas y adolescentes que laboran para una cooperativa minera instalada en este yacimiento.
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