El Ejército de Filipinas protegerá cientos de yacimientos mineros amenazados por los rebeldes comunistas del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), anunció hoy el ministro de Defensa, Gilbert Teodoro.
Ante un encuentro de empresarios del sector, Teodoro precisó que este despliegue es parte de un plan especial para garantizar la seguridad de las decenas de minas repartidas por el archipiélago. En zonas de mayor presencia guerrillera, los militares entrenarán y armarán a grupos de civiles para que les ayuden a combatir al NEP.
La rebelión maoísta, señaló el ministro, representa “una grave y seria amenaza para el sector minero y un freno para el desarrollo económico de todo el país”.
Desde principios de año, el NEP ha atacado minas, antenas de telecomunicaciones y plantaciones de plátano, y ha aumentado sus esfuerzos para cobrar a todas las empresas y algunos particulares el “impuesto revolucionario”.
Entre otras compañías, se ha visto afectada la suiza Xstrata, que ha sufrido varios asaltos a sus instalaciones, sobre todo en la isla de Mindanao.
El NEP, brazo armado del ilegal Partido Comunista de Filipinas, cuenta con entre 5.700 y 7.200 combatientes regulares y lleva desde 1969 alzado en armas contra el Gobierno, en un conflicto que causa muertes casi a diario.
Ante un encuentro de empresarios del sector, Teodoro precisó que este despliegue es parte de un plan especial para garantizar la seguridad de las decenas de minas repartidas por el archipiélago. En zonas de mayor presencia guerrillera, los militares entrenarán y armarán a grupos de civiles para que les ayuden a combatir al NEP.
La rebelión maoísta, señaló el ministro, representa “una grave y seria amenaza para el sector minero y un freno para el desarrollo económico de todo el país”.
Desde principios de año, el NEP ha atacado minas, antenas de telecomunicaciones y plantaciones de plátano, y ha aumentado sus esfuerzos para cobrar a todas las empresas y algunos particulares el “impuesto revolucionario”.
Entre otras compañías, se ha visto afectada la suiza Xstrata, que ha sufrido varios asaltos a sus instalaciones, sobre todo en la isla de Mindanao.
El NEP, brazo armado del ilegal Partido Comunista de Filipinas, cuenta con entre 5.700 y 7.200 combatientes regulares y lleva desde 1969 alzado en armas contra el Gobierno, en un conflicto que causa muertes casi a diario.
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