En el último tiempo las informaciones sobre utilidades que registra el sector minero nacional han estado ocupando las principales páginas y columnas de los más importantes medios escritos del país, señalando entre otras cosas que las exportaciones de minerales superaron a las del gas y las manufacturas, gracias a un repunte paulatino que se da en las cotizaciones de nuestros minerales en las pizarras de los grandes mercados internacionales.
El repunte en la comercialización de nuestros minerales tiene su sentido práctico en el hecho de haberse incrementado ciertos volúmenes de producción y al mismo tiempo en la baja de precios de hidrocarburos y paralelamente en la exigencia de mayores cantidades del energético, como ha sucedido con la Argentina, sin que esto signifique que se incumplen nuestros convenios.
Pero lo evidente es que incluso sobre el rubro de las manufacturas, el Instituto Nacional de Estadística (INE), registró un buen promedio de la venta de minerales al exterior, lo que coloca al sector ante un desafió de rendimiento permanente con respuestas concretas por parte de los productores que deberían cumplir metas de efectividad para mejorar las exportaciones de nuestros minerales y metales.
Sobre esta materia de productividad y eficiencia, mucho tiene que ver el programa que tenga en perspectiva la Comibol, pues es allí donde se establecerán las prioridades para mejorar las condiciones de producción, la necesidad de apoyar ciertos proyectos y mantener de manera proactiva la actividad de empresas que tienen las posibilidades de hacerlo con tecnología mejorada, mayores insumos y un control apropiado de equilibrio entre costos de producción y rentabilidad.
Las informaciones recientes son alentadoras y por supuesto deberían ser la motivación práctica para mejorar el rubro de inversiones considerando que la minería se desarrolla desde su fase inicial en la prospección, hasta llegar a su etapa de rendimiento en tiempos prolongados, insumiendo permanentemente recursos que sólo serán recuperados, cuando determinado emprendimiento se haya implementado en condiciones profesionalmente recomendadas. No puede haber improvisación, porque ese sistema que se practica en algún sector, es negativo y depredador de la riqueza mineral.
El actual ejecutivo de la Comibol, en declaraciones a poco de asumir sus funciones señaló que "el ente matriz (Comibol) tendrá la normativa para cada una de las empresas, se crearán nuevos proyectos de carácter productivo…en este momento tenemos una serie de programas dispersos que dada la poca fiscalización y complementación plena de estos se han frustrado, por lo tanto no tenemos nuevos emprendimientos de la magnitud, como se requiere para una empresa como la Comibol". Una confesión que sin lugar a dudas debe convertirse en el reto de la inmediata actividad administrativa de la estatal minera, aprovechando que hay condiciones favorables para hacerlo.
Se trata de una coyuntura que no puede desperdiciarse, un nivel de precios que permiten mantener las operaciones con resultados óptimos en la exportación.
Este...mejor me boi a jugar apets
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