lunes, 13 de enero de 2014

Setenta por ciento de exportaciones bolivianas son las de materias primas

Las ventas de materias primas bolivianas al exterior siguen siendo las más importantes y suman porcentualmente un 70 por ciento de las exportaciones que se hacen legalmente desde nuestro país para fines de orden impositivo y la recaudación de las regalías que generan el gas y los minerales.

Si bien la mayor recaudación corresponde al factor del precio internacional en alza del petróleo, eso hace que el precio del gas que exportamos tenga su buen incremento que suma hasta el 50 por ciento del total de nuestras exportaciones. La tendencia alcista en este rubro aún se mantiene.

Las estadísticas señalan que en la gestión 2012 se incrementaron las ventas de gas natural, en tanto que el año pasado (2013) por lo menos hasta medio año se estabilizaron y en adelante registraron una baja, aunque a nivel general al cierre del año el petróleo cerró con un precio en subida de 7,91 por ciento, aún sopesando la baja en media gestión.



PRECIOS EN LA MINERÍA

En lo que corresponde a las exportaciones de minerales, se han producido algunos altibajos, pues la variación de precios en el mercado internacional no permitió una estabilidad en ascenso, debido a fenómenos relacionados con políticas internacionales en las grandes potencias, que por factores de alta competitividad impulsaron variantes en las importaciones de materias primas causando reducciones en las exportaciones tradicionales de países que como el nuestro es dependiente del gran mercado externo.

A ese hecho contribuyó también la caída en el precio del oro, la más fuerte en los últimos 30 años con un porcentaje del 28,59 por ciento, estimándose que su recuperación no será de corto plazo. En el año que acabó la plata registró un bajón de 35,44 por ciento, mientras que el estaño mantuvo un promedio más o menos regular en su precio sobre los $us 10 por libra fina. El zinc incrementó levemente su valor, lo mismo que el cobre, pero esto no significa un cambio sustancial en la rentabilidad minera en general.

Otros datos que publica el suplemento Economía y Finanzas, refiere que la minería de manera general sufre la falta de un renovado Código Minero, lo que supone que esta gestión tampoco se aprobará esa ley, lo que significará una espera de nueve años, para habilitar la normativa minera nacional.

Una apreciación profesional, revela que en la gestión 2013 la gran minería creció en una proporción del 10,7%, la mediana lo hizo en 10,9%, de la minería chica no hay cuantificación, mientras que el sector cooperativo considerado informal en la minería aumentó su producción en 17,5%.

Bajo estas condiciones y con el elemento concreto de que no habrá ley minera en la gestión presente, salvo que suceda lo imprevisto, el panorama de nuestra minería es más oscuro que gris, sin querer exagerar. Los macroproyectos, caso del litio y el Mutún, están en un proceso de adecuación a ciertas reglas de competencia, mientras que Karachipampa podría dar sus primeros pasos en cualquier instancia. Lo mismo sucederá con el horno Ausmelt de la fundición de Vinto – Oruro, esperándose alguna novedad sobre lo que se hace en materia de exploración en el yacimiento de Mallku Khota.

Al margen y más directamente en el ámbito político nacional tal parece que la agenda electoral cobrará preeminencia en las actividades nacionales, incluyendo las productivas, pues todo girará en función de las decisiones que pudiesen implementarse para dar tónica especial a la campaña política.

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